La Ordenación Episcopal fue presidida por el Arzobispo metropolitano de Belém do Pará, Mons. Alberto Taveira Corrêa y tuvo como concelebrantes principales a Mons. Flávio Giovenale, obispo de Santarém, y Mons. Meinrad Francisco, obispo de Humaitá, AM.
Durante la homilía Mons. Alberto agradeció la acogida del obispo diocesano, Mons. Jesús María Cizaurre Bergonces de la Diócesis de Braganza: “La Arquidiócesis de Belém do Pará se alegra sobremanera por el amor infinito de Dios… Todos estamos orgullosos porque Dios escogió a un hijo de la tierra para el Episcopado”.
Al final de la celebración Mons. Antônio de Assis Ribeiro expresó su alegría: “Quiero servir al pueblo de Dios con corazón simple, con alegría, optimismo, simpatía y generosidad. Como dice el Papa Francisco quiero tener olor a ovejas… El Santo Padre escogió un hijo de agricultores para el Episcopado. Que esa realidad permanezca en mi memoria para que nunca me olvide de dónde vine y por qué lugares he pasado. Cuento con las oraciones de ustedes”.
La Religiosa Sor María Graça, que llegó del municipio de Manicoré, AM, con otras siete personas que trabajaron con Mons. Antonio, expresó su alegría y dijo: “La primera vez que me encontró con el P. Antonio, sabía que él sería obispo, por su modo de ser, por el carisma, por el trabajo pastoral. Hemos venido de muy lejos, fueron horas de viaje por el río y en lancha, autobús y barco y luego subirnos a un avión y llegar a Belém, y finalmente, tomamos un autobús para llegar hasta este lugar de la Ordenación Episcopal. Estamos muy contentos de representar a nuestra ciudad”.
El alcalde de la ciudad, Valdemiro Fernandes Coelho Junior dijo: “Ourém está de fiesta por nuestro hermano el P. Bira (Mons. Antônio), por todo lo que el Padre es y representa para nosotros”.