Ya en su primer encuentro oficial con Mons. Salvatore Pennacchio, Nuncio Apostólico del país, el P. Á.F. Artime pudo acoger con satisfacción las palabras del prelado, quien, con una larga experiencia subrayó que conocía bien la realidad salesiana, la había observado de primera mano en diferentes países, y expresó su aprecio por la labor educativa, formativa y de promoción social realizada por los Salesianos en todo el mundo.
Después del encuentro con el Nuncio, al que también asistieron el Consejero Regional de Europa Centro y Norte, P. Tadeusz Rozmus; el Inspector de Varsovia, P. Tadeusz Jarecki, y el secretario del Rector Mayor, P. Horacio López; el P. Á.F. Artime se reunió con el Presidente polaco, acompañado de una delegación de la Familia Salesiana.
En la cordial conversación, el Rector Mayor y el Presidente de Polonia abordaron el tema de la educación, y surgió el aprecio por el trabajo realizado por los Salesianos: tanto a nivel general durante los últimos 100 años. El Presidente recordó que cuando era joven frecuentaba con sus amigos el campo de deportes dirigido por los Salesianos, afirmando sentirse acogido y como en casa en ese ambiente.
Finalmente, el mismo día del viernes 18, el Rector Mayor se reunió también con varios obispos polacos, empezando por el Cardenal y Arzobispo de Varsovia, Kazimierz Nycz, y habló con ellos sobre el tema del centenario - que se inauguró el otoño pasado, bajo el lema “Miramos al pasado con gratitud, para construir el futuro” y que concluirá con una solemne celebración el próximo 10 de noviembre en el santuario mariano de Różanystok.
El sábado 19 de octubre el Rector Mayor siguió celebrando el centenario de la Inspectoría de Varsovia con un encuentro con la juventud y la Familia Salesiana en la ciudad de Łódź. Posteriormente, presidió una Eucaristía para más de 1.800 personas de la Familia Salesiana, entre ellas unos 1.200 niños y jóvenes. Durante su homilía subrayó la primacía del amor en la educación. Más importante que “lo que hacemos” es “cómo lo hacemos”, dijo, invitando a entregarse por completo y a tener como medida el corazón para evaluar el propio trabajo.
