“Compartir la gracia” fue la idea inspiradora del santo de Turín para fundar esta Asociación al año siguiente a la consagración de la Basílica de María Auxiliadora. Don Bosco se encontraba asombrado por las gracias que el pueblo cristiano reconocía a la Madre de Dios y deseoso de ofrecer al pueblo un itinerario sencillo de vida cristiana que estuviera anclando en las dos columnas de la Eucaristía y del Auxilio de los cristianos.
“Compartir la gracia” de estos 150° años de historia y que a lo largo de este siglo y medio se ha visto adhesiones en grandes cantidades, que se constata la presencia de más de 800 grupos agregados y que se encuentran dispersos en más de 50 naciones y en los cinco continentes.
“Compartir la gracia” con toda la Familia Salesiana, que es una familia eminentemente mariana, se encuentra llamada para hacer frente a los grandes desafíos en el campo de la educación y de la evangelización, como se comprometen los últimos Sínodos dedicados a la familia y a los jóvenes.
Compartir la gracia con el Rector Mayor, P. Ángel Fernández Artime, que con su presencia confirmará el camino de renovación emprendido. El Sucesor de Don Bosco entregará la Carta enviada a los Salesianos y a toda la Familia Salesiana: “¡Abandónate, confía, sonríe!”. El evento contará con la presencia de numerosos grupos de ADMA de Italia y de algunas naciones europeas; con la presencia de miles de devotos de María Auxiliadora, con quienes se cantará juntos el “Magnificat”, según lo declarado por Renato Valera, Presidente de ADMA: “Cada vez que nos detenemos a orar y nos callamos, podemos reconocer cómo la gracia de Dios ha obrado en nuestras vidas y cómo día tras día, incluso con el trabajo duro, las pruebas y las caídas, descubrimos un poco más del maravilloso lienzo que el Señor está tejiendo. Formar parte de la Asociación es como dar las gracias a María, que en silencio y de puntillas entró en nuestra casa. Y posteriormente fue el comienzo de un nuevo camino hecho de encomienda, oración, restitución y servicio”.
El Rector Mayor en la carta con ocasión del 150º aniversario de la fundación de la Asociación de María Auxiliadora (ADMA), escribe: “Cuando Don Bosco decidió fundar una asociación mariana, pensó en los miembros como "devotos" de María Auxiliadora. Esta pequeña palabra, antigua y, hoy en día, pasada de moda, es la clave para entrar en el corazón incandescente de la relación que une a Don Bosco con la Auxiliadora. San Francisco de Sales enseña que la "verdadera devoción" tiene que ver en primer lugar con el amor de Dios, de hecho, no es otra cosa que el amor auténtico que recibimos de Dios (gracia) y nos capacita para corresponder a sus dones. (caridad). Por esta razón, los "devotos" son aquellos que "vuelan" en el camino de la santidad, ya que la "verdadera devoción" perfecciona en ellos cada acción y cada trabajo, desde el más pequeño hasta el más grande, haciendo a los "devotos" más cordiales y simpáticos, más valientes y dispuestos para entregarse, cada uno según su propia vocación y misión en la Iglesia”.