Siguiendo su lema episcopal "No para ser servido, sino para servir”, asume este nuevo llamado “maravillado” al pensar que Dios tenga un proyecto nuevo para él en este momento de su vida.
Si bien su partida está programada para el 12 de septiembre, llegará al Perú en diciembre, ya que antes participará en Roma de un curso de “Misionología”.
Consultado sobre sus expectativas en este nuevo destino, aseguró: “La única expectativa que tengo es poder servir a los hombres y a Dios”. Por eso, explicó, “no me preocupa saber qué actividad tendré. Ciertamente podré confesar, escuchar y aconsejar”, anticipó.
“Desde hace 48 años estoy como misionero en la Patagonia. Ahora siento que se ha renovado en mi ese llamado: «Deja tu tierra», porque la Patagonia es mi tierra”, aclaró el prelado nacido en Florencia, Italia.
En cuanto a la convocatoria, reconoció: “Me maravilló sentir en mí de nuevo con fuerza ese llamado y me asombró pensar que Dios tenga un proyecto nuevo para un viejo de 81 años”. “El carisma de los Salesianos es por sí mismo misionero. – continuó – Don Bosco buscaba a los misioneros donde ellos estaban, no esperaba a que vinieran. Cuando la Congregación tenía pocos miembros, envió a los mejores a América”.
Mons. Melani afirmó que “uno no puede ser misionero si no está totalmente enamorado de Cristo”. Hoy Cristo lo convoca una vez más, a sus 81 años, con un mensaje claro. “Creo que el Señor me continúa diciendo «No temas...yo estoy al lado tuyo». Un poco lo decía San Pablo: «Yo corro hacia el Señor» y Él corre junto a mí”, sostuvo.
Finalmente, el obispo emérito envió un mensaje a la comunidad: “La vida cristiana es una vida misionera, no tengamos miedo a recorrerla. Con Jesús todo es posible”.
Dueño de un testimonio de vida entregada a Cristo, y bajo el amparo de San Juan Bosco, el beato Ceferino Namuncurá, el Santo Cura Brochero y muchos salesianos “que han donado su vida para anunciar el amor del Señor”, monseñor Melani se despide de la Patagonia y emprende la aventura misionera.
Fuente: http://www.aica.org