La escuela fue inaugurada el mes pasado y hasta el lugar llegaron más de 200 personas entre profesores, familias y alumnos que disfrutaron del evento. Al acto acudió también el responsable del comité de desarrollo de la aldea, Dhurva Ghimire, y el responsable de los Salesianos en Nepal, el P. Augusty Pulickal.
Los misioneros salesianos siguen trabajando en la reconstrucción del país tras el terremoto que sacudió Nepal en abril de 2015 y en el que fallecieron 8.000 personas. La reconstrucción de escuelas rurales, su equipamiento y su acceso a los saneamientos son parte del objetivo, sin olvidar a los más de 1.600 niños, niñas y jóvenes que reciben educación en los cinco centros educativos salesianos en Nepal.
Ya han sido 10 escuelas rurales las que se han reconstruido y equipado. Por otro lado, para que la educación que se ofrezca sea de calidad; el programa de desarrollo contempla también la formación del profesorado.
“Las instituciones salesianas son centros acogedores donde todos se sienten como en casa y los programas educativos y los títulos otorgados ayudan a muchos jóvenes nepalíes a construirse su futuro”, explica un profesor.
Los misioneros salesianos trabajan en Nepal más de 25 años, ocupándose de los menores y jóvenes más vulnerables para que cambien su futuro.
La reconstrucción y el acceso a la educación de los jóvenes, niños y niñas más vulnerables son el compromiso de nuestro trabajo diario allí, sobre todo, después de haber vivido el devastador terremoto el mes de abril de 2015 que arrasó la ciudad de Katmandú y las zonas más cercanas. Construir escuelas más resistentes y llegar a las zonas más remotas sigue siendo nuestra tarea principal para que los jóvenes, niños y niñas de Nepal tengan las herramientas necesarias para cambiar su vida y se conviertan en agentes de desarrollo de su país.