Nataly nació en la comunidad de Pesillo. Su madre sufría un cáncer cuando estaba embarazada y pareciera que fue la causa de que el parto se adelantara dos meses. Llegó al mundo con solo siete meses y todas las circunstancias que rodearon a su embarazo la afectaron de tal manera que nació con un problema en los pies, ya que nació con ellos torcidos.
Comenzó a caminar a los cuatro años y esa circunstancia le impidió jugar y desarrollarse a la vez que otros menores de su edad. Su madre la llevaba siempre para que hiciera rehabilitación, pero cuando tenía dos años falleció y dejó de recibir asistencia sanitaria para su problema.
Sus problemas aumentaron cuando su padre se fue con otra mujer y ella tuvo que irse a vivir con su abuela, una mujer mayor y muy humilde que no podía llevarla a que continuara su rehabilitación.
Hace dos años, una tía de Nataly la llevó a la clínica salesiana Mitad del Mundo, donde le hicieron una radiografía y pasó consulta con el traumatólogo. Allí le detectaron un tumor en su pierna izquierda y la tuvieron que operar. Habían pasado 15 años desde su última visita al médico y a la familia le tocó reunir dinero para poder operarla. Sin embargo, la “Casa Campesina” de los Salesianos también la ayudó para que pudiera ser intervenida quirúrgicamente.
A partir de ese momento empezó a acudir a la clínica salesiana para la rehabilitación y comenzó a caminar mejor y sin dolores. Ha empezado a correr y se siente más segura y estable. Además, ir a terapia la ha ayudado a relacionarse con otros menores y jóvenes de su edad y se muestra agradecida a los Salesianos por la ayuda para empezar a una nueva vida tras las atenciones recibidas en la Maternidad y en la Casa Campesina.