Por: P. Lijo Vadakken, SDB
En el pensamiento de las “buenas noches” ofrecidas ese día a todos los Directores y al Consejo de la Visitaduría, el P. Chaquisse parecía enormemente feliz y satisfecho con la experiencia que había vivido en Etiopía – “la tierra de origen”, como él la llamaba. Al mismo tiempo, animó a los salesianos a continuar la gran obra iniciada por los primeros misioneros en el país hace casi 44 años, en 1975, y los exhortó a dedicarse sobre todo a la protección de los jóvenes.
En su informe final sobre el estado de la Visitaduría, el Consejero Regional expuso todo lo que observó durante su visita, destacando tanto las fortalezas como las áreas en las que todavía hay margen de mejora para el bien de la comunidad salesiana y de sus beneficiarios. Según el P. Chaquisse, la Visitaduría de la AET es hoy una “hermosa realidad” que incluye una diversidad de lenguas, tradiciones litúrgicas y grupos étnicos y, por supuesto, un rico patrimonio cultural.
Aunque la Visitaduría es bastante joven y con un número total de religiosos inferior a 100, ha sido muy activa, gracias a sus numerosas instituciones educativas repartidas por todo el país, que contribuyen significativamente a la vida de la Iglesia católica etíope.
En el país la Iglesia Católica es una minoría y ni siquiera representa el 1% de la población total. Sin embargo, “como Etiopía se caracteriza por una mayoría de jóvenes, hay mucho que los Salesianos pueden hacer y están haciendo en este país que se encuentra en pleno crecimiento”, comentó el Consejero Regional en su discurso final.
En la cena de saludo y agradecimiento, organizada para el P. Chaquisse en el Salesianum de Addis Abeba, estuvo presente el Arzobispo Mons. Silvano Maria Tomasi, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra y actualmente activo en el Departamento para la Promoción del Desarrollo Humano Integral.
La Visitaduría en Etiopía, erigida canónicamente en 1998, cuenta actualmente con 94 Salesianos, en 14 presencias.