Actualmente Sahnpa carece de una Iglesia, porque la que estaba en ese lugar fue destruida por la caida de un árbol en 2016, durante una fuerte tormenta. Para evitar la dispersión total de la comunidad, uno de los miembros de la aldea proporcionó una sala en su casa para las reuniones dominicales.
Después de llamar a los fieles con la campana - "o mejor dicho, golpeando ese círculo de camiones que sirve de campana - continúa el P. Castellino - en esa sala se reúnen una docena de personas, sorprendidas de ver al sacerdote, pero muy contentas de ver que no han sido olvidadas por los pastores”.
Al final de la Misa el salesiano es acompañado para ver el lugar donde se encontraba la iglesia y donde la comunidad tiene la intención de reconstruirla. El lugar es una extensión de matorral, donde ya hay muchos materiales para la reconstrucción: los bloques de barro, la madera cortada y apilada, pero no tenemos el dinero para reiniciar esta obra.
El primer paso para reiniciar el trabajo es limpiar el sitio, pero la construcción todavía carece del cemento y de la mano de obra necesaria. Por esta razón el P. Castellino pide a los miembros de la comunidad que hagan un pequeño proyecto y se lo envíen. “Trataremos de hacer algo y buscar alguna persona buena que pueda ayudarnos, para asegurarnos de que con la llegada de las lluvias, la comunidad tenga un techo bajo el cual reunirse para orar y crecer en la fe”, concluye.
En Zeah, por el contrario, había estado allí la semana anterior otro salesiano, diciendo que no solo los habitantes no tienen una iglesia, sino que nunca la han tenido. La Santa Misa que se celebró se realizó en una cabaña del pueblo, un lugar utilizado para las reuniones del pueblo.
“¡Con la iglesia o sin la iglesia, la fe sobrevive! Pero nos comprometemos a hacer algo por ellos también... y a visitarlos un poco más a menudo”, concluye el P. Castellino.