Es de sobra conocido que Don Bosco tiene carta de ciudadanía en este país canalero. La devoción al santo de los jóvenes ha entrado en los genes de los panameños. En todos los pueblos del país se celebra su fiesta, de diversas maneras, con arte y con toques folklóricos.
En este primer día, el Rector Mayor se refirió el tema del Aguinaldo: “La santidad también para ti”. Con su estilo cálido y estimulante animó a los feligreses y a la inmensa mayoría de jóvenes que participaban, a asumir con seriedad el camino de la santidad, como una vocación para cada cristiano. Subrayó que no se trata de realizar cosas extraordinarias.
“En este día, yo les voy a presentar dos cosas –prosiguió el Rector Mayor en su homilía – En primer lugar deseo presentarles el cómo lograr la santidad de manera sencilla y cotidiana y segundo lugar de cómo Don Bosco hizo que sus muchachos se sientan atraídos y entusiasmados por la santidad”.
“La santidad es una realidad para cada cristiano. No hay que hacer cosas extraordinarias – les dijo – El camino de santidad consiste en hacer todo lo posible para hacer realidad el sueño de Dios y que este sueño se vaya haciendo realidad… El Papa Benedicto XVI les dijo a los jóvenes: ‘no tengan miedo a lo que Dios les pida’. Porque hay jóvenes que tienen miedo a lo que Dios les pide”.
“Don Bosco ha sido un gigante – prosiguió el Sucesor de Don Bosco – Ya lo ha dicho el Papa Francisco, porque ‘supo ver a los jóvenes por los ojos de Dios’ y es por ello en Valdocco de su tiempo había muchos Domingos Savios. ¿Y qué les decía Don Bosco? Estén siempre alegres. No superficialmente alegres, sino profundamente alegres… Este es un programa de vida estupendo: Vivir con profundidad y alegría grande nuestra vida, vivir con responsabilidad nuestros deberes y vivir para que Dios habite en nuestro corazón”.
Animó a los participantes a dejar que el sueño de Dios sobre cada uno se vaya haciendo realidad. “¿Qué es lo que quiere Dios de cada uno de nosotros? – Enfatizó – este es el enfoque fundamental para nuestra vida”.
“No tengan miedo a lo que Dios les pide. No pretendan una santidad inmediata. Emprendan poco a poco este camino. Den prioridad a los jóvenes, entreguen la vida por ellos. Don Bosco supo ver a los jóvenes con los ojos de Dios”, acotó.
“Tienen que ser santos – resaltó con fuerza el Rector Mayor – La santidad da una alegría profunda. Se logra en el cumplimiento responsable de los propios deberes”.
La Santa Misa concluyó y los feligreses se acercaron al Rector Mayor, quien se multiplicó en abrazos, fotos y sonrisas felices.