En los suburbios de Dilla viven cientos de familias que se ven obligadas a vivir en condiciones de extrema pobreza y sus hijos no pueden asistir a la escuela primaria.
Los Salesianos de Don Bosco están presentes en la ciudad desde 1982, realizando diversas actividades, muchas de ellas dirigidas a muchachos en edad escolar. Sin embargo, la escuela primaria se inauguró hace apenas un año, en enero de 2018, y con sus 554 alumnos de entre 5 y 12 años de edad, ya es uno de los proyectos con mayor impacto positivo en las familias.
La intención, sin embargo, es hacerlo aún mejor: dada la gran masa de niños necesitados y la realidad que rodea a los Salesianos, se han propuesto actuar en dos frentes complementarios: "Queremos crear dos nuevas clases para 78 niños y niñas de entre 7 y 9 años de edad, y queremos asegurarnos de que cada niño pueda recibir al menos una comida caliente al día”, explican.
Derrotar el flagelo del analfabetismo es el primer paso para construir una sociedad más justa. Pero también se ha demostrado que la malnutrición y la desnutrición tienen un papel importante en el crecimiento del niño, afectando su desarrollo físico y su capacidad de aprendizaje.
Por esta razón, los Salesianos han decidido lanzar este doble proyecto: alimentación y educación. Porque es una verdad aquello que, no se puede aprender realmente con el estómago siempre vacío, y porque no solo la comida es suficiente para convertir a los niños en hombres y mujeres responsables.
Para mayor información, puede visitar: www.missionidonbosco.org
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