El Papa Francisco expresó una vez, durante la Eucaristía matutina en la capilla de Santa Marta: “Pensemos en los muchos hermanos y hermanas que hoy no pueden orar juntos porque son perseguidos por sus creencias, no pueden poseer el Evangelio o la Biblia porque pueden ser perseguidos. Pensemos en estos hermanos y hermanas que no pueden ir a Misa porque está prohibido para ellos. Esto es lo que sucede hoy”.

La persecución religiosa es una realidad que el Papa Francisco recuerda regularmente, implorándonos que oremos y actuemos, en lugar de permanecer silenciosos y desinformados ante tales injusticias: "No puedo dejar de recordar los muchos casos de injusticia y persecución que afligen diariamente a las minorías religiosas, y a los cristianos en particular, en diversas partes del mundo. Hoy en día, las comunidades y los individuos se ven sometidos a actos de violencia bárbaros: son expulsados de sus hogares y tierras de origen, vendidos como esclavos, asesinados, decapitados, crucificados o quemados vivos, bajo el vergonzoso y cómplice silencio de muchos”.

Antes de celebrar esta Navidad 2018 puede ser útil recordar algunos datos estadísticos:

-       Desde que Jesús ascendió al cielo, 43 millones de cristianos se han convertido en mártires;

-       Actualmente, más de 200 millones de personas enfrentan persecución porque creen en Jesús;

-       Hoy 300 millones de personas - 1 de cada 7 cristianos, incluyendo católicos, protestantes y ortodoxos - viven en un país donde hay persecución religiosa;

-       En 38 países hoy en día se producen violaciones graves o extremas de la libertad religiosa (21 están clasificadas como lugares de persecución y 17 como lugares de discriminación);

-       El 61% de la población mundial vive en países donde no se respeta la libertad religiosa;

-       En el 9% de las naciones del mundo existe la discriminación;

-       y en el 11% de los estados hay persecución.

(Fuente: “Ayuda a la Iglesia Necesitada”)

En 2018, incluso algunos salesianos de diversos países vivieron personalmente situaciones de discriminación o persecución por el simple hecho de ser discípulos de Jesús.

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