El siervo de Dios, P. Ignác Stuchlý, vivió en una época, que entre 1869 y 1953, estuvo marcada por importantes cambios históricos, políticos y sociales. Esto lo llevó a adaptarse a nuevos contextos, pero también a enfrentar desafíos prometedores, en obediencia a la Iglesia y al servicio de los jóvenes.
En este sentido, como lo señalan las fuentes documentales y testimoniales, se ha encontrado repetidamente en una posición para ayudar a la Sociedad Salesiana de una manera muy concreta, y en general a la Iglesia. Esto sucedió tanto en los años vividos en Gorizia, colaborando con el Arzobispo, Cardenal Giacomo Missia y, junto con otros salesianos, en el seguimiento de los eventos del internado “San Luis”; y en Eslovenia, contribuyendo al inicio del trabajo salesiano local y, sobre todo, realizando el trabajo para la construcción del Santuario de María Auxiliadora de Rakovnik.
Se distinguió como fundador y pionero de la presencia salesiana en Bohemia y Moravia, en respuesta a las necesidades concreta de la Iglesia local. De hecho, algunos obispos habían pedido, con gran insistencia, la presencia de los Hijos de Don Bosco en sus diócesis o territorios.
El P. Stuchlý, a través de la investigación histórica, se destaca como un hombre de comunión, constructor de puentes entre naciones y grupos, promotor de la paz y la reconciliación en un contexto marcado por las guerras mundiales y el totalitarismo comunista y nazi.
El siguiente paso de este proceso será el examen de la Positio super virtutibus por los Consultores Teológicos de la Congregación para las Causas de los Santos.