En las últimas semanas México ha sido noticia por un nuevo éxodo humano, esta vez de migrantes centroamericanos, particularmente hondureños, que forman parte de la llamada “Caravana migrante”, que en realidad son varias, grupos que viajan a pie o en cualquier medio que se pueda poner a su disposición. Han cruzado la frontera sur de México no con pocos problemas. Muchos han pasado por diversas ciudades hasta llegar a Tijuana donde ya se encuentran alrededor de cinco mil.
A su paso han sido apoyados por la población y las autoridades mexicanas, pero también se han suscitado demostraciones de rechazo. “Dicen que los hondureños podrían aumentar la inseguridad y la violencia en la ciudad”, según la BBC.
Por su parte, la obra del Desayunador salesiano continúa con su misión a favor de quien necesita ayuda en momentos en los que nadie más está dispuesto a asistirles.
Ordinariamente esta obra ofrece alimento a unas 1200 personas, pero en este momento se ofrece el desayuno a unas 2000 personas.
Estas miles de personas buscan asilo en Estados Unidos, beneficio que será muy difícil puedan obtener, y es por ello que muchos buscan una manera para quedarse en México.
Una oportunidad para conseguir trabajo lo ofrece el Servicio Nacional de Empleo, apoyándose en la obra salesiana, instalando un módulo de atención para ofrecer trabajo temporal que permita a estas personas acceder a un modo honesto de vida. También el Instituto Nacional de Migración ha instalado un centro de atención en la sede central del Proyecto Salesiano Tijuana, donde se expiden documentos que permiten a los migrantes la permanencia legal en el país.