La “Universidad salesiana” de Araçatuba y Lins já, llevaron a sus alumnos a las aldeas de Mato Grosso el año 2017 y este 2018, con la intención de promover entre los estudiantes propuestas y proyectos que beneficien las comunidades indígenas de Meruri (Bororo) y de San Marcos (Xavante ).
En este año el grupo entregó alimentos y ropa que fueron recolectados durante la campaña en la Universidad. A su vez, orientaron a los indígenas en lo que se refiere a la higiene. Por otra parte, recogieron la sangre de los perros que viven en las aldeas para detectar si poseen enfermedades como la “leishmaniasis” que pueden transmitirse a las personas.
Toda esa vivencia del año 2018 fue registrada por Bruno Sérgio Silva Abbade, en su libro: “Diario del Voluntariado Misionero”.
“Viajé con aquella concepción de que sería difícil adaptarme – escribe Abbade – Confieso que tuve un cierto temor. Pero todo lo que imaginaba cayó por tierra cuando llegué allí. La gente se desprende de todo lujo que tenemos en la ciudad y viven en la sencillez”, relató.
“Siempre me ha gustado escribir. Por ello he pensado que sería una buena forma de dar mi contribución”, dijo, al resaltar que la experiencia fue increíble y, por medio del diario, quiso hacer que el lector sintiera al menos un poco de todo aquello que vivió durante la misión. “Podría, de alguna manera, hacer vivir la experiencia junto a otros misioneros, para que todo el aprendizaje obtenido, todo el conocimiento, puedan conocerlo otras personas”.
“He aprendido a no mirarme tanto a mí mismo ni a mi mundo – comenta Bruno Sérgio – He aprendido a pararme y a mirar al prójimo, al mundo de los indígenas, sus diferencias, su objetividad y transformar esa relación con ellos en aprendizaje”.
Abbade dice que aprendió nuevas formas de convivir, de ayudar y, principalmente, nuevas formas de amar al prójimo. “Aprendí a ser más humano. Creo que eso define bien. Ser más humano es una de las mayores lecciones que he traído de esa experiencia”, concluyó.