Las palabras del día y del encuentro fueron: “smart-city”, “las ciudades inteligentes y la innovación”. La cumbre reunió a autoridades administrativas locales y regionales, bancos e inversores, grandes multinacionales de tecnología, stard-up, institutos de investigación y ONG.
Todos coincidieron en que la urbanización en India se encuentra en una fase peligrosa, que podría tornarse alarmante. Las estadísticas sobre la situación han sido presentadas y estudiadas. Por ejemplo, se estima que para 2030, el 40% de la población de la India vivirá en ciudades. Esta es una situación problemática, ya que las estructuras, las instalaciones y los sistemas existentes simplemente no están preparados para albergar tanta gente.
En este contexto, con la necesidad de intervenciones urgentes en muchos sectores, la mayoría de los ponentes presentaron sus innovaciones e iniciativas en los diversos sectores: tecnología, energía, planificación, estructuras y sistemas inteligentes. Pero solo dos o tres personas se preocuparon por considerar a las personas concretas que deberían poblar estas ciudades inteligentes, y el único que habló sobre las porciones marginadas de la sociedad fue la Oficina de Planificación y Desarrollo de la Inspectoría Salesiana de Bangalore.
Una ciudad inteligente, argumentó el P. Joy Nedumparambil, donde se debe incluir a todos los sectores de la sociedad y facilitar el acceso a las oportunidades sociales y económicas para todos, ya que la inclusión no es un privilegio, sino un derecho, y también produce beneficios económicos.
A continuación, informó sobre el papel que una ONG puede desempeñar en el desarrollo sostenible de las ciudades, y cómo la Oficina de Planificación y Desarrollo ya está contribuyendo a esta causa ya sea como proveedor de servicios, como facilitador, innovador y abogado de los más necesitados. En todas las circunstancias, el enfoque de la BREADS se centra en el ser humano.
Al margen de la cumbre (http://www.tiasummit.com/) el P. Nedumparambil añadió: “Tenemos que entender la dirección en la que el mundo podría evolucionar, comunicarse de manera efectiva e influir en la manera en que se toman las nuevas direcciones de la sociedad, en especial en lo que concierne a los más vulnerables. Debemos seguir siendo relevantes en el mundo cambiante, para garantizar que las personas que representamos sigan siendo relevantes en el futuro. Es otra forma de estar en el mundo, pero no del mundo”.