La prensa informó que “esta agresión brutal es una clara violación del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, ya que es un asalto injustificado a un país soberano, miembro de la ONU”, y lamenta el hecho de que se trata “de países poderosos a los que Siria no ha causado ningún daño”.
Por encima de todo, rechazan las acusaciones “que el ejército sirio estaría usando armas químicas y que Siria es un país que posee y utiliza este tipo de armas” ya que “las armas son declaraciones sin fundamento y no son compatibles con la evidencia suficiente”.
Además, el ataque "destruye las posibilidades de una solución política pacífica y conduce a una escalada de mayores proporciones” y “alienta a las organizaciones extremistas y les da ímpetu para continuar su terrorismo”.
Por ello; los tres firmantes solicitan a las Naciones Unidas "asumir un rol en la pacificación" y que las “Iglesias de los países que participaron en la agresión, deben cumplir con sus deberes cristianos, de acuerdo con las enseñanzas del Evangelio, y condenar este brutal agresión”.
A continuación, se renueva la confianza en el "coraje, el heroísmo y el sacrificios del Ejército Árabe Siria que valientemente protege Siria y proporciona seguridad a su población" y alaba "la posición valiente de los países que son amigables hacia Siria y a su pueblo". Los tres patriarcas ofrecen sus oraciones “por la seguridad, la victoria y la liberación de Siria de todo tipo de guerra y terrorismo”. También rezamos por la paz en Siria y en todo el mundo y hacemos un llamado para fortalecer los esfuerzos de reconciliación nacional, para proteger al país y preservar la dignidad de todos los sirios”.
Fuente: Patriarcado Ortodoxo Griego de Antioquía y todo el Oriente