En la calle se burlan, las insultan, las maltratan. Todas estas jóvenes son pobres y, a menudo la peor pobreza de ellas es la enfermedad porque están infectadas con enfermedades que ni siquiera conocen. El documental, sin embargo, no solo habla sobre el dolor y el sufrimiento. También muestra el compromiso de los salesianos que, en un país pobre como Sierra Leona ayudan a las muchachas obligadas a prostituirse, sacándolas de las calles y ofreciéndoles la oportunidad de estudiar, cuidarse y así construir un futuro.
Ayudar a estas niñas es, de hecho, el objetivo principal de la ONG salesiana "Don Bosco Fambul" (Don Bosco Familia) de Freetown, dirigida por el P. Jorge Crisafulli, misionero salesiano, que participó en Roma en la presentación del documental.
"Hay muchas jóvenes en Sierra Leona que se ganan la vida como prostitutas", explicó el P. Crisafulli. Pero al hablar con ellas se dan cuenta de que son solo niñas. ¡Piensan como niñas, se comportan como niñas y tienen los derechos de las niñas! Los Salesianos en Freetown les ofrecen una alternativa, una salida a esta esclavitud moderna. Se les da la oportunidad de estudiar y recibir educación. Es importante entender que estas chicas no son objetos, sino personas”.
Una de las protagonistas del documental es Aminata y su historia es de esperanza y de redención.
Ella es huérfana y proveniente de una familia muy pobre. Aminata se vio obligada a prostituirse a partir de los 13 años. Gracias al encuentro con “Don Bosco Fambul”, hoy esta joven se ha convertido en peluquera y ha vuelto a vivir al lado de su abuela. Aminata es un ejemplo concreto de cómo la misión salesiana en Freetown puede ser una respuesta al sufrimiento y a la explotación a la que están sometidas las niñas.
El documental, que ya se presentó en los últimos días en Bruselas y Ginebra, ahora llegará a otras ciudades europeas. Después de Roma, será en Viena, luego en Bonn y en las próximas semanas en ciudades españolas.