Fue a través de la búsqueda del “tesoro escondido”. Con la tableta a su disposición, con los mapas, las pistas; los participantes se trasladaron a través de la ciudad, a pie o en transporte público, deteniéndose especialmente en algunos lugares simbólicos.
Primero se reunieron en la Cruz de Mármol en la “Rue de France”, donde en mayo de 1874 nació el primer patrono de los aprendices. A continuación se dirigieron a la Casa Episcopal, al Palacio Sardo (o el Palacio de la Prefectura). Inmediatamente después se dirigieron a la Plaza Garibaldi, para finalmente llegar a la plaza Don Bosco (antigua plaza de armas), donde Don Bosco fundó su obra en 1876 comprando Villa Gauthier. ¿Cuál fue el trabajo del momento? En ese momento solo tenía 9 estudiantes, 6 argelinos y 3 de Niza. Actualmente se ha convertido en el Instituto “Don Bosco” de Niza y educa a unos 1603 estudiantes.
Los participantes en la búsqueda del tesoro escondido fueron guiados a través de los cuatro personajes que Don Bosco encontró en Niza: Ernest Michel, notable de la ciudad y presidente de la Conferencia de San Vicente de Paul; Mons. Sola, Obispo de Nizza; Albert Decrais, Prefecto de los Alpes Marítimos; y el P. Louis Cartier, director de la Obra desde 1887 hasta 1919. Estas ilustres personalidades narraron la relación especial con Don Bosco y contaron a los jóvenes cómo vivían el Sistema Preventivo.
Estas figuras históricas animaron a Don Bosco a crear una obra para los jóvenes de Niza, especialmente para los aprendices y los jóvenes trabajadores, y reemplazaron las casas de reeducación existentes en una obra dirigida por sus salesianos.
Cumplidos todos los juegos, los niños y los muchachos realizaron una síntesis del Sistema Preventivo para el siglo XXI.
“Y ahora, caminemos con confianza, hacia el mañana”. Concluyó de esta manera el P. Jean-Marie Petitclerc, SDB. Un encuentro que recuerda los 140 aniversario del Sistema Preventivo.