La ayuda que se ha realizado a Nepal llega a más de 1.500 niños, niñas y jóvenes que volverán a la escuela en los próximos meses. Tendrán la oportunidad de inaugurar las nuevas aulas, los pupitres y las pizarras. Y toda esta ayuda se entrega justamente cuando la presencia de los Salesianos en este país asiático cumple un cuarto de siglo. Veinticinco años que siguen educando y ofreciendo un servicio a aquellos que más necesitan.
Los misioneros ayudaron a Nepal durante estos veinticinco años y directamente después del terremoto. Llevaron alimentos y productos de primera necesidad, en muchos casos, fueron los primero ofrecer una ayuda a los más necesitados.
Actualmente trabajan por la reconstrucción del país. A la fecha se han construido y se están equipando unas diez escuelas en pueblos y pequeñas aldeas del valle de Katmandú. Algunas Organizaciones Salesianas apoyan al equipamiento de las escuelas, en la construcción lugares donde puedan tener agua potable y sobre todo en la formación de los profesores para una educación de calidad.
Las comunidades Salesianas en Nepal siguen recibiendo ayuda de algunas Organizaciones tanto para la reconstrucción de zonas importantes, como para las actividades de los misioneros. Han priorizado el trabajo en las cuatros escuelas, en las dos escuelas técnicas, en los cuatro internados y en los programas de becas. El P. Augusty manifiesta: “Esta ayuda que nos están haciendo, ayudará a mostrar a todos que nuestra presencia es importante para el país y para las personas, pero de manera especial para los niños, niñas y jóvenes que más necesitan”.
Escribía Paco Nadal, periodista de: “El País”, “Nepal es un país que después del doble terremoto de 2015 está sufriendo otra catástrofe: el olvido”. Si bien esta es una verdad para muchas personas, los Salesianos no se han olvidado de nadie, siguen apoyando a la gente necesitada, siguen construyendo para formar desde la educación a las generaciones que harán posible un nuevo país.