"Cuando llegué hace once años – recuerda abba Giorgio - me encontré con cuarenta católicos. Después de un año, empecé a administrar bautismos. Poco a poco, viendo la situación de relativa calma y las actividades creadas en la parroquia y alrededor de ella, la vida de la comunidad católica se ha recuperado rápidamente. Este año, en la Vigilia de Pascua, hemos bautizado a unos 7.569 bautismos”.
Gracias a la llegada del P. Filippo Perin hace tres años, y el apoyo de Misiones Don Bosco, la Parroquia Salesiana de Pugnido ha experimentado un gran desarrollo. Hoy en día, además de la Iglesia y la casa Parroquial, se tiene once capillas esparcidas en los alrededores. En la región de Etiopía, la gente vive con poco, existe pobreza, se tiene el campo de refugiados, pero hay un entusiasmo muy grande y hermoso de la juventud.
Abba Giorgio ha pasado toda su vida en los oratorios, incluyendo entre Sesto San Giovanni en Milán y en Brescia y Chiari, pero ha recuperado la vitalidad de la juventud en Etiopía, donde partió como salesiano a los 47 años, después de un largo periodo en una escuela para niños discapacitados y como maestro de novicios. Llegó a Dilla, al sur del país, y luego fue a Pugnido.
"Ellos son los protagonistas de la misión - dice convencido - Tienen una fuerza y un entusiasmo increíble, transmiten alegría y amor a la vida. No solo participan los más pequeños, sino todos. Incluso cuando crecen, a menudo siguen asistiendo a nuestro oratorio, participan en la cosecha, viven con nosotros. E incluso cuando se trasladan a otros lugares, siempre vuelven para visitarnos. Estos jóvenes son una gran esperanza para el futuro”.
Fuente: Mondo e Missione