“He recibido con dolor la noticia – escribe el Papa a Mons. José María Arancedo, Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz – de los graves daños que las lluvias torrenciales de los últimos días han provocado en numerosas provincias del país… Deseo acompañar con mi oración y mi palabra de aliento a los hermanos obispos, sacerdotes y fieles… para que colaborando entre sí con espíritu de unidad lleven a todos los afectados un testimonio de fraterna solidaridad.”.
La obra salesiana Domingo Savio, de Comodoro Rivadavia es una presencia centenaria, realiza una significativa labor educativa pastoral en la región, cuenta con una escuela primaria y secundaria, un centro técnico y una Parroquia, y gracias a Dios no han sido afectado por las torrenciales lluvias; pero muchos de los estudiantes y algunos profesores se cuentan entre los damnificados por la inclemencia del tiempo y en ciertos casos han perdido todo en sus casas.
“La ciudad – escribe el Clarín de Argentina – ha sido devastada por un temporal que comenzó la semana pasada y dejó a 2.000 personas sin casa y 1.300 evacuados. Y cuando parecía que había pasado lo peor y comenzaba la reconstrucción, el agua volvió con intensidad, anegando y destruyendo casas”. “Una importante cantidad de voluntarios ayudan a la gente que peor la está pasando en Comodoro, que es una ciudad que “hay que hacer de nuevo”, según lo expresó el intendente Carlos Linares.
Monseñor Fernando Martín Croxatto ha enviado un mensaje de gratitud por la solidaridad y la sensibilidad de los fieles de la diócesis. “Las colectas de las Misas Crismaes han sido donadas para los damnificados y se han comprado varias cosas. Muchos laicos han apoyado y se han acercado a casas y a familias donde nadie llega. Lo importante es apoyar a las personas que están en desagracia y que el gobierno no ha llegado hasta la fecha”, enfatizó.