Sin duda, luego de más de un siglo de servicio a la juventud y el aporte de los salesianos a la educación de Mozambique, un año más de presencia salesiana en esta parte del África es una fiesta, porque desde que llegaron, “pusieron en práctica los medios pedagógicos típicamente salesianos: actividades recreativas como la música, canto coral, ejercicios físicos, paseos… que complementaban el trabajo manual e intelectual y la formación humana y religiosa”.
El 01 de febrero de 1907 salieron de Lisboa un grupo de cuatro Salesianos: P. John Barilari y salesiano Coadjutor Sr. Salvador Pascale y P. Alfredo Queiroz y el salesiano Coadjutor Sr. Antonio Machado.
La historia de los salesianos en Mozambique tuvo dos fases. Después de una primera fase muy breve (1907-1913), interrumpida como consecuencia del cambio del régimen político en 1910, los salesianos regresaron a Mozambique en 1952.
En septiembre de 1952 siete salesianos entran en el instituto Mouzinho de Alburquerque, situado en la villa de Namaacha. En 1956 aceptan la Misión en San José de Lhanguene, que era la Parroquia más pobre de la capital, que contaba con un hospital. Los salesianos asumen y lo mejoran. Inauguran oratorios, colegios, centros de formación para jóvenes ofreciendo “actividades deportivas, teatro, música, gimnasia, paseos, colonias en verano…serán los instrumentos para formar y educar lúdicamente al alumnado”.
El 07 de marzo los Salesianos de la Visitaduría María Auxiliadora (MOZ) celebraron los 110 de presencia salesiana. El Superior de la Visitaduría P. Marco Biaggi, y los salesianos celebraron la Eucaristía y compartieron una cena festiva.
“Nuestra Visitaduría María Auxiliadora se siente agradecida a Dios por compartir el amor y multiplicar la alegría de formar una familia comprometida con los pobres en estos 110 años. En esta ocasión, celebramos la realización de un sueño, soñado por Dios y por tantas personas. Renovamos nuestro compromiso de vivir intensamente el carisma salesiano y asumimos con esperanza el futuro”, enfatizó el Superior.