La asociación cuenta con un equipo de nueve empleados y cuarenta voluntarios, y acompaña a más de cuarenta familias y setenta niños.
El sábado 1° de febrero, al día siguiente de la fiesta de san Juan Bosco, se colocó la primera piedra de una nueva estructura, el Villaggio Lakou Bosco, ante doscientas personas invitadas, representantes de las familias y socios de la asociación Lakou Bosco. Entre los presentes se encontraban Rose Berthe Sapotille, presidenta de la asociación; Arthur Massiet du Biest, director; monseñor Philippe Guiougou, obispo de Guadalupe; el padre Jean-Marie Petitclerc, vicario de la Inspectoría San Francisco de Sales de Francia y Bélgica Sur, de la cual depende la presencia en Guadalupe; y Arnaud Duranton, subprefecto.
Monseñor Guiougou expresó su satisfacción por la presencia de los salesianos en su diócesis, que –afirmó– manifiesta el apoyo de la Iglesia a las iniciativas desarrolladas para ayudar a los niños y jóvenes en los barrios desfavorecidos.
Tras los discursos de las autoridades, Arthur Massiet du Biest dio la palabra a una madre, un padre, un adulto y un preadolescente, quienes contaron, cada uno a su manera, qué les ha aportado su relación con Lakou Bosco. Particularmente conmovedor fue el testimonio de Pierrick, que acaba de cumplir doce años. El Villaggio Lakou Bosco es un lugar de encuentro de doscientos ochenta metros cuadrados con varios espacios habitacionales, entre los que se incluyen una gran casa con salón, cocina y un taller para trabajos manuales, un espacio Lakou (casa, en criollo local), un campo deportivo y dos salas multiuso: espacio multimedia, espacio de trabajo, ludoteca y espacio deportivo.
El proyecto requerirá varios meses para ser completado. La apertura del Villaggio Lakou Bosco está prevista para 2026.