La basílica de san Juan Bosco se encuentra en el Colle Don Bosco, localidad de Morialdo, una fracción de Castelnuovo Don Bosco, en la provincia de Asti. Fue construida en el lugar donde se encontraba la "cascina Biglione", en la que el padre de Don Bosco, Francesco, trabajaba como arrendatario. En esa cascina vivía la familia Bosco: fue allí donde el 16 de agosto de 1815 nació Juan Bosco. Papá Francesco lamentablemente murió cuando Juan no tenía aún dos años; mamá Margarita (de veintinueve años) se trasladó, con los tres hijos y la suegra enferma, a un cobertizo que había adquirido el padre unos meses antes de morir y que reformó para usarlo como vivienda: la casina dei Becchi, también meta de peregrinaje de todo el mundo, donde Don Bosco vivió desde los dos hasta los dieciséis años.
La Basílica está compuesta por dos iglesias superpuestas y fue construida entre 1961 y 1966. La primera piedra fue bendecida el 11 de junio de 1961 y en 1965 se abrió al culto solo la iglesia inferior, con capacidad para setecientas personas, que es aproximadamente la misma capacidad del piso superior.
El edificio, que tiene veintiséis metros de altura, fue construido en formas clásicas, interpretadas según modelos contemporáneos. Desde la fachada emergen dos campanarios que, junto a la cúpula y a la gran escalinata frontal, caracterizan el exterior de la basílica. Además, frente a la iglesia se abre una gran plaza destinada a albergar una considerable multitud de fieles en ocasión de los peregrinajes.
Los interiores reflejan las tendencias artísticas de la época de su construcción y se desarrollan en dos pisos. En el piso inferior predomina el mármol, mientras que en el superior se usa la madera.
El piso inferior constituye la cripta de la basílica: tiene planta de cruz latina con tres naves delimitadas por dos series de pilares. Las naves laterales tienen una serie de altares laterales. A la derecha del transepto está la capilla de san Francisco de Sales, patrono de la Congregación Salesiana; a la izquierda del transepto hay un órgano de tubos. En la pared absidal del presbiterio destaca un cuadro de Mario Caffaro Rore, que representa los paseos otoñales que Don Bosco hacía con sus chicos desde Turín a I Becchi, lo que se refleja muy bien en el cuadro, donde el pintor resalta los dos estandartes de la Eucaristía y de María, que son precisamente una especie de impulso hacia una vida espiritual, pero también hacia una vida serena, humanamente digna y bella, como la que los chicos vivían.
Los vitrales destacan algunas figuras de la historia sagrada, pero también de la santidad a la que Don Bosco estaba particularmente vinculado y que evocaba como modelos o ejemplos para sus jóvenes del amor educativo.
En la cripta de la basílica se encuentran reliquias importantes de san Juan Bosco (una porción de su cerebro, robada y luego recuperada en el verano de 2017) y de santo Domingo Savio (un hueso). La reliquia de Don Bosco está colocada en un pequeño altar detrás de la pared absidal, mientras que la de Domingo Savio se encuentra en una urna con la figura de su cuerpo, frente al altar del santo, a la izquierda, al mirar hacia el presbiterio.
La basílica superior fue consagrada en 1984 por el cardenal Anastasio Alberto Ballestrero, en ese momento arzobispo de Turín, y fue restaurada en 1999, con la instalación de calefacción, mejora de la acústica y una redefinición más unitaria de las líneas arquitectónicas internas. En la cima de la escalinata, la estatua de bronce de Don Bosco, donada por los maestros de Italia con motivo de su beatificación en 1929, es obra de Bellini. Sobre los portales de entrada, un fresco de Mario Bogani representa el trabajo misionero salesiano entre las diversas civilizaciones del mundo. El interior, diseñado por el estudio Trucco de Turín, está revestido con paneles de madera de haya y vigas laminares, y cerrado por una cúpula suspendida.
La pared de fondo está dominada en el interior por la gran estatua de Cristo resucitado, con ocho metros de altura por seis de ancho, obra del estudio Demetz de Ortisei, que subraya la centralidad de la misión de Don Bosco en educar en la vida espiritual y cristiana, que es el encuentro con Jesús. Los cuadros, a su vez, remiten a la misión y al carisma apostólico de Don Bosco, comenzando con el gran y misterioso sueño que tuvo a los nueve años, y luego, en diferentes cuadros, se muestra la realización de este sueño hasta alcanzar todo el mundo y las misiones. Todo el piso evoca la idea de una gran arca: el arca de Noé servía para protegerse de las tormentas del diluvio; en las tormentas de la vida, Don Bosco indicaba a los chicos el ancla, la salvación está en el encuentro con Jesús.
En el piso superior también se pueden admirar catorce paneles de madera que representan otros tantos cuadros de la Via Lucis, y en el lado izquierdo de la nave, un gran órgano de tubos Pinchi opus cuatrocientos diecinueve, construido en el año 2000, compuesto por tres teclados mecánicos y una pedalera con cuarenta y ocho registros.
Para quien entre, visitar la Basílica de Don Bosco en Castelnuovo Don Bosco significa redescubrir los orígenes de la extraordinaria personalidad de Don Bosco y su obra, difundida en todo el mundo.
