El padre Carlos, al volver de Italia, donde había realizado sus estudios de Teología en preparación para el sacerdocio, trajo el expreso encargo de Don Felipe Rinaldi –así lo repetía continuamente- para la misión de fundar en Quito el oratorio festivo para ayudar a los niños, especialmente de las clases populares, en formación moral y religiosa, y prepararlos para la recepción de los sacramentos de la Eucaristía (primera comunión) y de la Confirmación.
Según el padre Segundo Torres se presume que fue en esa ocasión cuando el padre Izurieta trajo como recuerdo una casulla que, por tradición oral, se sabe que fue usada por Don Bosco y Don Rúa, e históricamente la casulla cuenta con la inscripción: «Indumenti Sacri userli dal Ven. Don Bosco e da Don Rua» (Indumentaria sacramental usada por el venerable Don Bosco y Don Rúa).
Desde su llegada al país, la casulla y otros ornamentos: estola, manipulo, corporal y cuadrante permanecieron en la sacristía de la Iglesia de Cristo Rey. El padre Izurieta cuidó con esmero estos objetos hasta el día de su muerte.
Luego de noventa y dos años, la casulla fue trasladada al Archivo Histórico de la Casa Inspectorial Sagrado Corazón de Jesús, tras realizar un proceso de restauración.
La casulla tiene una dimensión de 2.14 m x 0.75 m; la técnica de su elaboración es de terciopelo con hilos metálicos plateados y corresponde a la época del siglo XIX – XX.
Este hallazgo, junto a muchos otros custodiados en todo el mundo, es solo un simple objeto, pero tiene la capacidad de recordar a todos la figura de quien decidió dedicar toda su vida al servicio de los jóvenes más necesitados.
Angélica Almeida
Archivo Histórico de ECU