El actual santuario nació inicialmente como parroquia, erigida canónicamente el 24 de mayo de 1995, fiesta de María Auxiliadora, bajo la guía del entonces arzobispo de la ciudad, monseñor Samineni Arulappa. En sus primeros años, las actividades parroquiales se realizaban en el campus de la casa inspectorial. Sin embargo, con el crecimiento constante del número de feligreses, los salesianos dieron el valiente paso de construir una iglesia. Este esfuerzo culminó con la inauguración del Santuario Don Bosco el 24 de febrero de 2003.
El documento que contiene la visión del santuario expresa su dedicación a cultivar la fe, promover el crecimiento espiritual y difundir la palabra de Dios. A través de la oración, los sacramentos y las obras de caridad, se esfuerza por el desarrollo integral de su comunidad, extendiendo al mismo tiempo su alcance a los no creyentes y a los fieles de otras confesiones. Su misión también subraya la promoción de la devoción a Don Bosco y el trabajo para la potencial elevación del santuario a basílica.
Por otro lado, el documento que contiene la misión del santuario define diversos objetivos: realizar programas de renovación parroquial, organizar talleres y seminarios para adultos mayores y catequistas, ofrecer un estudio sistemático de la Biblia y difundir la educación religiosa, además de albergar campamentos juveniles para profundizar en la fe. También se prevén visitas regulares a las casas de los feligreses, reuniones semanales de oración y la celebración anual de la fiesta de Don Bosco. El objetivo principal sigue siendo fomentar la devoción a Don Bosco y el espíritu del santuario.
El santuario es un centro de actividades dinámicas dirigidas a personas de todas las edades, con especial atención a los jóvenes. La educación religiosa para niños y jóvenes, los seminarios, los talleres, los programas de renovación de la fe y el evento anual Don Bosco Yatra son algunas de sus principales iniciativas. El santuario también aspira a convertirse en un Centro de Peregrinación Juvenil, en línea con su misión de empoderar a los jóvenes.
Además de estas actividades, el santuario apoya a catequistas voluntarios, estaciones misioneras, iniciativas de caridad y casas para personas necesitadas, renovando así la tradición salesiana de servicio.
Bajo la guía del párroco, el padre Rayappa, junto a los vicarios parroquiales padre Johannes y padre M. Balaswamy, el Santuario Don Bosco sirve a una floreciente comunidad de setecientas cincuenta familias. La parroquia también alberga dos escuelas católicas, dos estaciones misioneras, un grupo dedicado de catequistas voluntarios y varias organizaciones caritativas que promueven la educación, el servicio y el crecimiento espiritual.
El santuario también cuenta con diversos grupos activos que contribuyen significativamente a su dinámica vida comunitaria: la Legión de María y la Sociedad de San Vicente de Paúl, centradas en la caridad y el servicio a los necesitados; el Grupo Juvenil Don Bosco, que fortalece a los jóvenes; y organizaciones como los Salesianos Cooperadores y el Grupo de Oración Carismática, que desempeñan un papel vital en la promoción del crecimiento espiritual y el vínculo comunitario.
Con su rica historia, su entusiasmo y su constante compromiso con la fe y el servicio, el Santuario Don Bosco sigue floreciendo, decidido a permanecer como un pilar de la vida espiritual para tantas personas. Difundiendo la devoción a Don Bosco e incorporando el carisma salesiano, continúa inspirando a generaciones con el ejemplo del Santo de los Jóvenes.