El Don Bosco Fambul es la casa salesiana que apoyamos a través del Concierto de Navidad en el Vaticano del año pasado, un concierto solidario cuyo objetivo era sensibilizar al público sobre el fenómeno de la trata y la prostitución infantil en Sierra Leona. Los misioneros de Don Bosco nos enviaron el informe de las actividades que involucraron a cientos de jóvenes de los barrios marginales de Freetown y de las zonas rurales de Waterloo y Tombo. El objetivo principal era sensibilizarlas sobre el Girl’s Shelter, el refugio del Don Bosco Fambul para niñas de entre nueve y diecisiete años víctimas de explotación sexual.
Gracias al valioso apoyo de todos los benefactores, los salesianos lograron identificar un total de trescientas diecinueve niñas involucradas en la prostitución: doscientas diecisiete fueron inscritas en el proyecto y recibieron el apoyo y los recursos necesarios; ochenta y seis siguieron un proceso de rehabilitación a largo plazo y participaron en sesiones de formación; ciento treinta y siete niñas, por su parte, recibieron atención breve, que incluyó intervenciones de crisis inmediatas, atención médica y asesoramiento psicológico.
Cada año se realiza un cribado a entre ciento sesenta y ciento ochenta niñas. Sus historias se registran en expedientes personales y cada sesión de asesoramiento queda documentada para abordar las raíces de sus traumas. Tras un análisis y una evaluación exhaustiva de cada beneficiaria, se diseñan planes personalizados para ayudarlas a superar los síntomas del trastorno de estrés postraumático. Las doscientas diecisiete niñas y adolescentes que fueron rescatadas del horror de la explotación sexual accedieron a un proceso de rehabilitación terapéutica que incluye sesiones de psicomotricidad educativa para mejorar sus habilidades motoras, la concentración y el bienestar físico.
Los salesianos han garantizado alimentación (desayuno, almuerzo y cena), ropa y productos de higiene personal a entre cuarenta y cincuenta niñas al día, prestando especial atención a las madres jóvenes para cubrir las necesidades de sus pequeños hijos. Cada semana, entre diez y quince niñas reciben atención médica (primeros auxilios, tratamiento de malaria y otras enfermedades) en el Don Bosco Fambul Hospital, que opera las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana.
Unas cuarenta o cincuenta niñas participaron en clases informales personalizadas para prepararse para su reintegración al sistema educativo formal. Además, se llevaron a cabo ocho talleres sobre temas como higiene, salud, derechos humanos, sexualidad, enfermedades de transmisión sexual, amistad, técnicas de superación de traumas y gestión de la ira.
Asimismo, los misioneros de Don Bosco organizaron excursiones a distintos lugares para ayudar a las niñas a superar sus traumas. Estos momentos valiosos les ofrecieron oportunidades de crecimiento personal, relajación y diversión, además de distraerse con actividades como natación, voleibol de playa y construcción de castillos de arena.
Por último, en el ámbito de la asistencia legal, además de sensibilizar a las beneficiarias sobre sus derechos humanos fundamentales, los salesianos realizaron labores de mediación con las fuerzas del orden para gestionar los pequeños delitos cometidos por las niñas antes de llegar al Don Bosco Fambul, buscando soluciones alternativas para resolver positivamente las controversias.
Este gran proyecto se dividió en cinco fases: identificación y acogida, rehabilitación, apoyo y representación legal, trabajo en red y, como última etapa, rastreo y reunificación familiar. Gracias al arduo trabajo de todos los actores del proyecto, ciento noventa y seis niñas fueron acogidas nuevamente por sus familias o encontraron un hogar con familias ampliadas o de acogida en la zona.
Fuente: Missioni Don Bosco