Los oratorios no fueron inventados por Don Bosco: ya existían antes de él, pero se concebían principalmente como clases de catecismo, lugares precisamente donde se hablaba. Fue él quien amplió las funciones del oratorio, creando el oratorio festivo, llevando a los niños y jóvenes huérfanos y necesitados la pedagogía de una catequesis más amplia, que involucraba también deportes, música, juego, teatro… y dando a sus asistentes profesiones y dignidad, con su Sistema Preventivo, cuyo modelo persiste hasta hoy.
También los Salesianos Cooperadores nacieron de una idea de padre Bosco, que quería a servicio de sus jóvenes, no solo una congregación religiosa hecha por sacerdotes y consagrados, sino una misión compartida con cualquiera que estuviera dispuesto a arremangarse y trabajar por la salvación de los jóvenes. Fue por eso que fundó la Asociación de Salesianos Cooperadores, para reunir a aquellos que tenían esta vocación.
Ambas intuiciones de Don Bosco, el oratorio reinterpretado a la luz del Sistema Preventivo y la Asociación de Salesianos Cooperadores, son lo que se destaca hoy cuando se visita el oratorio Santa Teresinha, donde, a lo largo de sus cien años, han surgido también varias vocaciones religiosas, como la de padre Thales Epov Simões y padre Jeferson Luiz Pereira Silva, ambos salesianos, que hoy ejercen su ministerio respectivamente en Guarujá y en Campinas; o como la más conocida, la de monseñor Fernando Legal, SDB, obispo de São Miguel Paulista, fallecido el año pasado. Pero el oratorio también ha promovido vocaciones laicales, como la del diácono permanente Nilo Carvalho Neto, que prestó servicio en la parroquia de la misma obra hasta el 2023, y otras infinitas vocaciones de esposos que nacieron y crecieron entre las salas y los patios del Santa Teresinha.
Actualmente, el trabajo realizado en el oratorio alcanza casi un centenar de jóvenes y niños, además de sus madres, que reciben una atención especial por parte de los Salesianos Cooperadores. Este trabajo conjunto de la Comunidad Educativo-Pastoral, que involucra también a los jóvenes del Grupo de Animación Misionera (GAM), bajo la guía espiritual del padre Rafael Galvão, SDB, tiene como objetivo desarrollar el potencial de los pequeños beneficiarios de la actividad salesiana, y hacerlos protagonistas, como decía el mismo Don Bosco, en una sociedad de "buenos cristianos y honestos ciudadanos".
Para saber más sobre la realidad del oratorio Santa Teresinha de San Pablo, visite el sitio: https://ssccbsp.org/centro-local/santa-teresinha
Fuente: Boletín Salesiano