Tras un vuelo de Bangkok a Phnom Penh acompañado por el ecónomo inspectorial, el salesiano coadjutor John Baptist Thanad Anan, el consejero regional presentó las conclusiones de su visita ante los salesianos de Camboya, sintetizando el trabajo realizado y los hallazgos encontrados.
La Visita Extraordinaria incluyó un recorrido de más de cinco mil kilómetros dentro de los territorios de Tailandia, Camboya y Laos. Desde el 6 de octubre, fecha de inicio de la Visita a THA, el padre Phuoc visitó todas las catorce comunidades canónicas de la inspectoría, conociendo así su gran diversidad de realidades pastorales, educativas y misioneras, que incluyen escuelas técnicas, parroquias, centros juveniles, obras pastorales con jóvenes indígenas y otras misiones. La mayoría de las comunidades están en Tailandia, con catorce obras erigidas canónicamente, a las que se suman dos en Camboya y una en Laos.
Los salesianos llegaron por primera vez a Tailandia el 25 de octubre de 1927, y la inspectoría fue erigida el 20 de diciembre de 1937, con el padre Gaetano Pasotti como primer visitador y el padre Giovanni Casetta como primer inspector, en 1938. El actual inspector es el padre Anthony Boonlert, y en 2027 la Inspectoría THA se prepara para celebrar el centenario de la presencia salesiana.
En 1989, el salesiano coadjutor Roberto Panetto inició algunas obras educativas humanitarias en los campos de refugiados camboyanos en la frontera con Tailandia, abriendo el camino para la llegada de la Congregación a Camboya en 1991.
En la celebración de clausura de la Visita Extraordinaria, el padre Phuoc destacó la dedicación y el compromiso de diecisiete misioneros, incluidos algunos locales: once que están en activo, dos actualmente retirados por motivos de salud y cuatro en formación inicial. También felicitó a los misioneros, ya que, aunque el cristianismo es una pequeña minoría en el contexto social de la inspectoría, ya hay algunas vocaciones autóctonas en Camboya, con la esperanza de que el próximo año se ordene el primer sacerdote salesiano camboyano.
“Sembramos y dejamos que el Dueño del campo haga crecer con su Fuerza Divina (el Espíritu) y recoja las próximas generaciones de misioneros”, concluyó el consejero regional.