La visita a ICP, que se desarrolló desde el mes de septiembre hasta noviembre, fue sobre todo un momento privilegiado de conocimiento, acompañamiento y encuentro con toda la comunidad inspectorial, las comunidades y las obras apostólicas.
Los dos visitadores pudieron conocer de cerca las situaciones, evaluar e iluminar la realidad de cada una de ellas, animar y proyectar su futuro, e iluminar las decisiones más oportunas a nivel personal, comunitario e inspectorial.
Para que esto fuera posible, la visita se realizó en un espíritu de fraternidad y discernimiento, dedicando tiempo a la oración, la reflexión y al diálogo, y a través de una atmósfera de compartir que también involucró al inspector, padre Leonardo Mancini, y su consejo.
ICP es una circunscripción con una gran variedad de ambientes pastorales, muy frecuentados por jóvenes; disfruta de la presencia de los lugares “históricos y carismáticos” salesianos; cuenta con un gran número de hermanos, de todas las edades, motivados para la misión; y con un buen camino de corresponsabilidad laical.
El diálogo con los directores se centró en algunos temas: actualizar y mantener vivos el carisma y la misión de ICP; cuidar la vida espiritual y fraterna de los hermanos; apoyar la pastoral vocacional, la formación inicial y permanente de los hermanos; fomentar el discernimiento y reflexionar sobre el futuro de las casas; junto a otros temas.
En particular, el padre García Morcuende y el padre Pérez Godoy prestaron especial atención a la vida de los hermanos y las comunidades, a la Familia Salesiana, al fortalecimiento de la misión educativo-pastoral en los diferentes ámbitos. Además, la Visita Extraordinaria se reveló como una herramienta válida de renovación y un fuerte estímulo a la fidelidad.
La circunscripción está trabajando en algunas decisiones prioritarias para los próximos años, fruto de la evaluación del Proyecto Orgánico Inspectorial (POI) y del Plan Educativo Pastoral Salesiano Inspectorial (PEPSI). En primer lugar, una prioridad es orientar toda acción educativa-pastoral hacia la evangelización y el anuncio explícito en la óptica del Sistema Preventivo; en segundo lugar, cuidar la vida fraterna de las comunidades, según el estilo típico de familia; en tercer lugar, consolidar la animación vocacional local; además, fortalecer el consejo de la comunidad educativo-pastoral para el compartir la vida, la formación y la implementación del Proyecto Educativo Pastoral Salesiano en cada ambiente de la casa; y por último, continuar con el trabajo de rediseño de las presencias salesianas en la Inspectoría.
Los desafíos que se deben enfrentar en este momento histórico son muchos, pero al mismo tiempo también son muchas las oportunidades para seguir creciendo, en fidelidad al carisma y a la misión encomendada, a través del servicio y el testimonio personal, comunitario e institucional de todos.
