“A pesar del alto el fuego, y de ese periodo de sesenta días, las consecuencias de la guerra y los bombardeos van a permanecer con nosotros por bastante tiempo”, advierten los misioneros salesianos, desde Líbano. “El sur del país está devastado por los bombardeos y la mayoría de las personas que tuvieron que abandonar sus hogares no tienen un lugar al que retornar. Pueblos, ciudades e, incluso, barrios de Beirut ya no existen”, añaden.
Además, “el impacto de la guerra se está dejando notar también en la economía del país y está dejando a muchas personas en una posición muy vulnerable, sobre todo a aquellas personas que ya vivían situaciones difíciles. Líbano tiene enfrente un escenario socioeconómico muy débil”, cuentan los salesianos.
Los Hijos de Don Bosco mantendrán la atención a las más de cien personas desplazadas en el centro de El Houssoun y a trescientas familias en situación vulnerable. “No podemos dejar solas a todas estas personas que están sufriendo. Tenemos que crear espacios seguros para los niños y niñas, hay que seguir ofreciéndoles apoyo y atención en lo que necesiten y, sobre todo, mantener el acceso a la educación para no perder otra generación”, comenta Alejandro León. “La educación también está sufriendo mucho ya que muchas familias no pueden permitirse enviar a sus hijos e hijas al colegio”, concluyen.
“Misiones Salesianas”, la Procura Misionera salesiana de Madrid, tiene abierta su campaña “Emergencia Oriente Medio” para seguir apoyando a las personas vulnerables y a las actividades en favor de la educación y la protección de la infancia y la juventud. Además, quiere pedir el máximo esfuerzo a las partes en conflicto para encontrar una paz duradera para la región.
Por su parte, los misioneros salesianos en Líbano seguirán atendiendo a los desplazados y a las familias más vulnerables, como siempre han hecho.