Esta fecha marca, de hecho, el inicio del Tiempo de la Creación, que finaliza el 4 de octubre, con la fiesta litúrgica de san Francisco de Asís, uno de los santos más sensibles a la belleza de la Madre Tierra y a la necesidad de su salvaguardia. Hoy en día, casi todas las principales religiones cristianas adhieren a esta convocatoria anual, mediante múltiples iniciativas y momentos de oración ecuménicos, para honrar a Dios Creador y el profundo misterio de la creación (Cf. Dicastero per il Culto Divino e la Disciplina dei Sacramenti).
El 15 y 16 de marzo de 2024 Asís acogió un seminario de estudio , apoyado por el Movimento Laudato si’ junto con varias realidades ecuménicas, muchas congregaciones y universidades pontificias. Este evento fue, por un lado, un momento de reflexión sobre el camino ecuménico recorrido hasta ahora en la conmemoración de esta jornada, y, por otro, una oportunidad para profundizar en los posibles desarrollos futuros de esta importante iniciativa: elevar el 1° de septiembre a fiesta litúrgica también en la Iglesia Católica.
Entre los más de cien delegados participantes, provenientes de todos los continentes en un “Kairos ecuménico”, estuvo presente también monseñor Krzysztof Marcjanowicz, subsecretario del Dicastero per il Culto Divino e la Disciplina dei Sacramenti.
El mes pasado, Roma acogió dos conferencias internacionales y ecuménicas sobre el tema mencionado, en preparación de otro seminario que se celebrará nuevamente en Asís, del 4 al 8 de diciembre próximos, titulado: The Feast of the Mystery of Creation. A Deeper Exploration (La fiesta del Misterio de la Creación. Un análisis más profundo).
La Congregación Salesiana, con la suscripción oficial de la Sede Central en calidad de promotora, se unió a los trabajos de preparación y al apoyo de la propuesta, contando también con el respaldo, entre otros, del cardenal Charles Maung Bo, él mismo Hijo de Don Bosco y convencido defensor de este importante proceso.
“Todavía queda mucho por hacer en la Iglesia para emprender una conversión ecológica, tal como fue propuesto por primera vez por san Juan Pablo II y luego, reafirmado por la Laudato Si’ – afirmó el prelado en una intervención grabada –. Por esta razón, estamos fuertemente alentados por el camino ecuménico que exige que la Jornada de la Creación, que celebramos cada año el 1° de septiembre, se convierta en una fiesta litúrgica. ¡Los tiempos están maduros! ¡Nuestra vida litúrgica permitiría celebrar el gran misterio de la Creación con mayor conciencia! (...). Es claramente un paso necesario y profético a la luz de los signos de los tiempos, ante la crisis ambiental y la emergencia climática”.