El Padre Joe Mannath, SDB, un director espiritual experimentado y respetado, abrió las sesiones con un profundo mensaje: "La cualidad esencial de todo director espiritual es amar". Subrayó que la dirección espiritual no es una habilidad que se pueda adquirir a través de seminarios o libros, sino que crece con la experiencia vivida. Aquellos que han recorrido el camino de la dirección espiritual a menudo se convierten en los guías más eficaces, señaló. Luego, resumió su sabiduría en cinco ideas clave: 

- Los directores espirituales deben comunicar amor; 

- aprender recibiendo dirección ellos mismos de otra persona; 

- dar prioridad a la persona sobre las cualificaciones; 

- escuchar más de lo que hablan; 

- y esforzarse en ayudar a las personas a ser auténticas y amorosas. 

El sacerdote jesuita Jossie D’Mello continuó con las sesiones siguientes, enfocándose en el discernimiento espiritual. Destacó la importancia del viaje interior, explicando que el discernimiento consiste en examinar las propias experiencias internas para comprender su orientación y origen. El Padre Jossie resaltó tres momentos importantes en la dirección espiritual: antes, durante y después. Antes de la sesión, la persona que será acompañada se prepara reflexionando sobre sus experiencias personales; durante, comparte estas reflexiones en presencia del director y del Señor; y después, continúa reflexionando sobre las ideas recibidas, bajo la guía del Señor. Por tanto, observó, la dirección espiritual no consiste en ofrecer soluciones, sino en acompañar, permitiendo que el Espíritu Santo juegue el papel central.

En el tercer día, el Padre Don Bosco Lourusamy, Superior de INM, celebró la Eucaristía y, en el transcurso de la homilía, habló sobre el poder transformador de la dirección espiritual dentro de la Iglesia, animando a los directores espirituales a cultivar el hábito de responder a las personas y situaciones, en lugar de reaccionar.

El curso concluyó con una Misa de acción de gracias, celebrada por el Padre John Alexander, Vicario Inspectorial, quien exhortó a los salesianos a abrazar este ministerio con dulzura y generosidad. "La dirección espiritual es un acto de gracia y debemos permitir que el Espíritu Santo juegue un papel central en este apostolado", dijo.

En las declaraciones finales, los participantes expresaron su esperanza de que la Inspectoría continúe organizando retiros guiados y sesiones regulares sobre el tema de la dirección espiritual. 

Padre Joseph Raj Arokiyaraj, SDB

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