Cerca de cien jóvenes, chicos y chicas del lugar o jóvenes trabajadores inmigrantes de diferentes países, han participado regularmente en los programas. En un principio, el programa fue lanzado por un pequeño grupo de jóvenes católicos que se reunían regularmente una vez a la semana, es decir, cada domingo por la noche, para rezar y compartir sus dificultades. Con el paso del tiempo, invitaron a varios sacerdotes y religiosos para hablar sobre diversos temas relevantes para su formación humana, espiritual, intelectual, psicológica, sociopolítica, etc. Naturalmente, el objetivo principal es la formación en la fe.
Cuando estos jóvenes invitaron a los salesianos como recurso, el Delegado para la Pastoral Juvenil, el Padre Camillus Suan, SDB, pensó que era una actividad adecuada para el Movimiento Juvenil Salesiano y, desde entonces, los salesianos se han alternado una vez al mes para dirigir los programas y proporcionar los recursos, asumiéndola como una misión conjunta de la Comisión Salesiana para las Comunicaciones Sociales y la Comisión de Pastoral Juvenil de la Visitaduría MYM. Ahora, el Movimiento Juvenil Salesiano dirige este programa cada cuarto domingo del mes desde hace aproximadamente tres años, y el nuevo Delegado para la Pastoral Juvenil Salesiana, el Padre Mariano Soe Naing, SDB, continúa con esta buena práctica.
Dado que la iniciativa está bien organizada y es muy útil para los jóvenes, progresivamente también otros sacerdotes, religiosas, casas de formación religiosa, conventos, colegios y diferentes grupos se han ido sumando poco a poco.
La dinámica típica de las reuniones por Zoom es la siguiente:
1. Un animador anuncia el programa;
2. Un grupo de jóvenes o un joven canta el himno de apertura;
3. Una persona designada comienza con una oración, espontánea o tradicional;
4. Uno de los animadores presenta a la persona invitada y luego le cede la palabra;
5. Después del discurso o intervención del invitado, los participantes son invitados a reaccionar, a dar su retroalimentación y a hacer preguntas sobre el tema presentado;
6. Luego, uno de los animadores agradece al orador y a los jóvenes que han asumido la responsabilidad del programa, así como a todos los participantes;
7. Finalmente, se concluye con la bendición final de los sacerdotes presentes.
La iniciativa es una excelente plataforma de catequesis juvenil que ayuda a los jóvenes a crecer en la fe y en la conciencia de sus responsabilidades sociales; crea familiaridad entre los jóvenes para encontrarse entre sí y compartir unos con otros temas relevantes para sus vidas; además, se convierte también en una práctica de evangelización de joven a joven en esta era digital, convirtiéndolos de alguna manera en misioneros digitales.
A. Maung Maung, SDB