Con el tema “Vivir el sueño de Don Bosco para los jóvenes de hoy siguiendo las huellas de San Artémides Zatti, del Venerable Simone Srugi y del Beato Esteban Sandor”, el Congreso tuvo como objetivo profundizar la vocación de la Fraternidad Salesiana y compartir las mejores prácticas entre las Inspectorías.
La presencia de un número considerable de jóvenes salesianos, la mayoría de los cuales acaba de terminar su formación específica, provenientes de diferentes inspectorías, fue uno de los puntos fuertes del evento, y fue reconocida por todos como una clara indicación de que la vocación de los hermanos salesianos está floreciendo en la Región, como testimonio del dinamismo y la naturaleza floreciente de la Congregación salesiana.
El Congreso de este año vio la participación activa en la organización y gestión del evento no solo de los Salesianos, sino también de varios miembros de la Familia Salesiana, incluidos los Salesianos Cooperadores (ASC), las Hijas de María Auxiliadora (HMA) y jóvenes, quienes reforzaron la fuerza laboral necesaria entre los organizadores. Ellos recibieron cálidamente a los participantes, los guiaron hacia sus alojamientos y los asistieron en las actividades, asegurándose de que todos se sintieran como en casa. La notable colaboración interna en la Familia Salesiana destacó también la importancia de promover la misma unidad en todas las Inspectorías salesianas.
En cuanto a las sesiones de trabajo, al inicio de las actividades, el Hermano Muller pronunció un discurso principal que delineó las cuestiones fundamentales y las preocupaciones que la Congregación debe enfrentar. Subrayó que para enfrentar eficazmente estos desafíos, los salesianos deben contribuir activamente y prepararse con competencias esenciales para satisfacer las necesidades de la misión, en esencia, profesionalizarse de manera activa y constante.
El Padre Coelho, por su parte, habló a todos sobre la vida de santidad del Venerable Simone Srugi e invitó a los presentes a centrar su atención en él como icono de fraternidad; otro de los ponentes, el salesiano hermano húngaro Géza Nádudvari, ilustró el ejemplo del Beato Esteban Sandor entre los desafíos del régimen comunista en Hungría: en el centro de su exposición estuvo la espiritualidad y la profesionalidad del Beato Sandor al vivir diariamente su vocación de Hermano Salesiano, que no alcanzó resultados extraordinarios, pero fue un ejemplo de coherencia y simplicidad en la conducción de su misión y en ser testigo para las personas que lo rodeaban. Finalmente, con el testimonio del Hermano Fernando Saade, salesiano argentino, la asamblea reflexionó sobre la vida de San Artémides Zatti, quien, a pesar de las pruebas de la enfermedad y del traslado lejos de un lugar familiar, logró continuar sus obras de caridad con responsabilidad y creatividad profesional, llevando a Cristo a los enfermos y sufrientes y convirtiéndose en un hermano para todos aquellos que encontraba.
El VIII Congreso de Salesianos Cooperadores del AEO desempeñó un papel central en la profundización de la comunión fraterna entre los Hermanos Salesianos de la Región: sumergiendo a todos en el espíritu y en la misión de los Hermanos Salesianos y alineando sus esfuerzos con el ejemplo de los Hermanos Santos.
“A través de esta experiencia compartida, hemos sido inspirados y animados a encarnar y difundir el carisma de Don Bosco, adaptando su visión a las necesidades de los jóvenes de hoy. El Congreso no solo ha fortalecido nuestros lazos, sino que también ha renovado nuestro compromiso con la misión salesiana, favoreciendo un enfoque unido y dinámico para enfrentar los desafíos contemporáneos de nuestro ministerio”, testificó el Hermano John Raymond, uno de los participantes.
“Este congreso ha revitalizado nuestro compromiso con la misión salesiana, y estoy seguro de que las ideas adquiridas y los vínculos creados durante este evento guiarán nuestros esfuerzos futuros para promover y valorar la vocación de Hermano Salesiano, asegurando su continua relevancia y la efectividad de su impacto, en nuestras comunidades y más allá de ellas”, concluyó finalmente el hermano salesiano.