El Departamento Meteorológico Indio (IMD, en inglés) había previsto fuertes lluvias para el distrito, pero los eventos tomaron un giro trágico: un masivo deslizamiento de tierra creó caos en el distrito de Wayanad, provocando la muerte de al menos ochenta y cuatro personas, incluidos niños, y dejando a varias familias desaparecidas. Según se informó, la ciudad de Mundakkai fue completamente arrasada por el deslizamiento, mientras que los pueblos de Chooralmala, Attamala y Noolpuzha son otras áreas afectadas y aisladas por los deslizamientos.
Se teme que cientos de personas hayan quedado atrapadas en el lodo y los escombros, y tristemente, el balance de víctimas podría seguir aumentando.
El ejército indio se ha movilizado para prestar socorro, y ya están en el lugar cuatro columnas del 122° batallón, con los Cuerpos de Defensa y Seguridad de la base de Kannur y dos helicópteros de la fuerza aérea india. Sin embargo, los esfuerzos de rescate se ven obstaculizados por el clima adverso y la falta de conexión a Internet en la zona.
En respuesta al desastre, “BREADS”, la Oficina de Planificación y Desarrollo, de la Inspectoría salesiana de India-Bangalore (INK) y dos instituciones locales se han movilizado para las operaciones de socorro y están proporcionando los primeros auxilios inmediatos, mientras ya se están planificando las acciones de apoyo a largo plazo para seguir ayudando a las comunidades afectadas cuando sea el momento de la reconstrucción y la recuperación.
Fuente: Don Bosco South Asia