A las dos “misiones” salesianas se les han confiado dos parroquias, que cuentan con aproximadamente doce mil fieles, y siete escuelas primarias y secundarias salesianas, con casi cinco mil estudiantes, con la animación de cuatro diferentes grupos de la Familia Salesiana (tres Hijas de María Auxiliadora, dos Hermanas Misioneras de María Auxilio de los Cristianos, veintidós Salesianos Cooperadores y algunos Exalumnos de Don Bosco). La mayoría de los laicos colaboradores de la misión son católicos y el único Oratorio activo diariamente de la Visitaduría AFM, el de Maputsoe, es un ícono viviente de Valdocco, que acoge cada día a cientos de jóvenes, también de otras religiones y confesiones cristianas.
Hasta ahora se cuentan cuatro salesianos profesos de Lesotho, de los cuales tres son sacerdotes y un salesiano coadjutor. Entre las nuevas generaciones, además, hay un pre-novicio y un aspirante originarios de Lesotho, lo que es indicativo del buen potencial vocacional entre los jóvenes. No en vano, el Delegado Inspectorial que participará en el Sínodo de los Jóvenes, previsto en el Colle Don Bosco del 11 al 16 de agosto, es un Animador del Oratorio de Maputsoe. Además, los voluntarios misioneros laicos que colaboran con los salesianos, en este 2024 celebrarán su 30° aniversario.
En el curso de los numerosos encuentros y reuniones personales con jóvenes, laicos y miembros de la Familia Salesiana, el Padre Václav Klement, Superior de la Visitaduría “Beato Miguel Rúa” del África Meridional (AFM), ha constatado un fuerte deseo de espiritualidad salesiana. Una mayor presencia de los salesianos es requerida, además, para asistir a los jóvenes que luchan con los diversos problemas de la sociedad moderna, desde la droga hasta el desempleo.
En otras palabras, el sueño vocacional y fundacional de Don Bosco está hoy más vivo que nunca en Lesotho. “Acompañamos a nuestra comunidad de Lesotho en su fecunda animación vocacional y nos preparamos para acoger a otros misioneros salesianos de otras Inspectorías – escriben desde Lesotho – Los frutos son abundantes, pero los que los recogen son pocos”.