El proyecto de los trabajos fue elaborado y seguido por el arquitecto Toti Cameroni. Identificado el espacio para la ubicación de los ambientes de la Postulación, que originalmente comprendía un largo y amplio corredor y un gran salón, se procedió al estudio de la distribución de los mismos, según las necesidades requeridas. La solución definitiva fue proyectada y realizada de la siguiente manera:

La biblioteca, con librerías de toda altura divididas en cuadros de 40x40 cm que revisten completamente las paredes. El objetivo es recoger y custodiar las diversas publicaciones relativas a las figuras de santidad, con la conciencia de que las vidas y los escritos de los santos han constituido, desde la antigüedad, una lectura frecuente entre los fieles, suscitando conversión y deseo de una vida mejor: reflejan el esplendor de la bondad, la verdad y la caridad de Cristo. Además, este espacio también es adecuado para investigaciones personales, acogida de grupos y reuniones.

Desde aquí se pasa al ambiente de acogida que quiere ser un espacio de espiritualidad y meditación, como en las visitas a los monasterios del Monte Athos, donde el huésped era introducido primero en la capilla de las reliquias de los Santos: ahí se encontraba el corazón del monasterio y de ahí provenía el incentivo a la santidad para los monjes.

En este espacio se ha realizado una serie de pequeñas vitrinas que iluminan relicarios u objetos de valor relacionados con la santidad salesiana. La pared de la derecha está revestida con una boiserie de madera con paneles intercambiables que representan a algunos de los santos, beatos, venerables y siervos de Dios de la Familia Salesiana.

Una puerta conduce al local más grande de la postulación: el archivo. Un compactador de seiscientos cuarenta metros lineales permite archivar muchísimos documentos relativos a los diversos procesos de Beatificación y Canonización. Un largo armario con cajones está colocado bajo las ventanas: aquí se encuentran estampas e indumentos litúrgicos.

Un pequeño corredor desde la acogida, donde en las paredes se pueden admirar lienzos y pinturas, conduce primero a dos luminosas oficinas con mobiliario y luego a la custodia de las reliquias. También en este espacio el mobiliario llena las paredes; armarios y cajoneras albergan las reliquias y los ornamentos litúrgicos.

Un depósito y un pequeño local destinado a zona de descanso completan los ambientes de la postulación.

Con motivo de este evento, el Padre Pierluigi Cameroni, Postulador General para las Causas de los Santos de la Familia Salesiana, recordó cómo “la inauguración y bendición de estos locales nos recuerda que somos depositarios de una preciosa herencia que merece ser conocida y valorizada. Además del aspecto litúrgico-celebrativo, es necesario valorizar plenamente las potencialidades de tipo espiritual, pastoral, eclesial, educativo, cultural, histórico, social, misionero… de nuestras Causas. La santidad reconocida, o en vía de reconocimiento, por un lado, ya es realización de la radicalidad evangélica y de la fidelidad al proyecto apostólico de Don Bosco, a quien debemos mirar como recurso espiritual y pastoral; por otro lado, es una provocación a vivir con fidelidad nuestra propia vocación para estar dispuestos a testimoniar el amor hasta el extremo. Nuestros Santos, Beatos, Venerables y Siervos de Dios son la auténtica encarnación del carisma salesiano y de las Constituciones o Reglamentos de nuestros Institutos y Grupos en el tiempo y en las situaciones más diversas, venciendo esa mundanidad y superficialidad espiritual que minan en la raíz nuestra credibilidad y fecundidad”.

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