El primer día se dedicó a explorar la identidad del Voluntario Misionero Salesiano. Anclados en los documentos fundamentales de la Congregación y enriquecidos por las percepciones de una tesis doctoral que recopiló los comentarios de más de cuatrocientos veintiochovoluntarios salesianos, los participantes se enfrentaron al "Manual del Voluntariado en la Misión Salesiana". Este segmento ha favorecido una comprensión más profunda de lo que significa encarnar el espíritu y los valores de un Voluntario Misionero Salesiano.
El segundo día, la atención se centró en la formación de todos los actores involucrados en el programa de voluntariado. En esta sesión se destacó el éxito a largo plazo del programa de voluntariado en Ecuador, que está activo desde 1972 y envía alrededor de ochenta voluntarios cada año. La discusión inspiró un intercambio rico en buenas prácticas y reflexiones sobre los aspectos formativos del programa.
Durante el día se examinó la sinergia entre laicos y Salesianos de Don Bosco (SDB). Un grupo de miembros laicos y SDB compartió sus experiencias de colaboración, lo que condujo a un foro abierto en el que los participantes discutieron sus preocupaciones, éxitos y compromisos relacionados con sus esfuerzos de colaboración en el trabajo misionero.
Los dos días de diálogo concluyeron con la presentación de la Cruz del Voluntariado Misionero Salesiano, símbolo de unidad y compromiso, que encarna la dedicación compartida de los jóvenes voluntarios que son el centro de la experiencia del voluntariado misionero.
Con la continuación del encuentro convocado por el Sector de Misión y el Sector de Pastoral Juvenil, se espera que surjan más profundizaciones y desarrollos. Estos primeros días han sentado bases sólidas para una exploración y crecimiento continuos de las iniciativas de voluntariado misionero salesiano.