Ubicada en el suroeste de Madagascar, la ciudad de Ankililoaka alberga una comunidad salesiana desde hace más de cuarenta años: invitados en 1980 por la diócesis local a establecer una presencia, los Hijos de Don Bosco fundaron una misión al año siguiente. Aún hoy, la comunidad de Ankililoaka enfrenta numerosos desafíos: la zona es pobre y la población se sustenta principalmente a través de la agricultura, pero a menudo debe esforzarse incluso solo para encontrar el agua necesaria. Por esta razón, los salesianos, además de educar y evangelizar, también se esfuerzan por la promoción humana, buscando acompañar a los jóvenes y a la población en el trabajo conjunto, estimulándolos a la reflexión y a buscar su autonomía.
Desde el principio, en Ankililoaka, los salesianos también iniciaron el oratorio, que siempre ha sido un importante punto de referencia para la juventud de la zona, un lugar abierto, pero protegido, donde niños y jóvenes aprenden el verdadero significado de las palabras, amistad, respeto, colaboración y responsabilidad. Un espacio para crecer, jugar y rezar, en la pequeña iglesia que es el corazón de este oratorio frecuentado por ochocientos jóvenes coordinados por treinta y cinco animadores.
El juego y el deporte tienen un vínculo profundo con los salesianos: esto es un factor ligado al camino trazado por Don Bosco y confirmado a lo largo del tiempo por sus Hijos: la elección del ámbito juvenil, la elección de la educación, la elección de ciertas líneas operativas… y el oratorio es el lugar donde convergen todos estos elementos. Los salesianos en Madagascar lo saben, y se han propuesto promover el deporte entre los jóvenes de la comunidad, centrándose en dos disciplinas de grupo, baloncesto y voleibol.
De hecho, ahora la comunidad está buscando apoyo internacional para construir dos campos de juego, ya que las infraestructuras son herramientas fundamentales para la materialización del derecho al deporte.
Para la población local, los salesianos son un punto de referencia constante, auténticos garantes de sus derechos y partidarios de sus oportunidades de progreso. Y los Hijos de Don Bosco quieren testimoniar también en esta ocasión que pueden apoyar a la juventud de la mejor manera posible.
Para obtener más información, visita el sitio: www.missionidonbosco.org