Las lecturas litúrgicas del día, de alguna manera conectadas con el tema del llamado de Dios y la acción del hombre a raíz de este, precedieron la escucha de una "carta del sacerdote Gio' Bosco", que es como la implementación en el tiempo de hoy. Como se explicó al final de la mañana, se trata de la síntesis de la reflexión y la oración de los participantes en las Jornadas de Espiritualidad Salesiana sobre el tema del Sueño de los Nueve Años.
La inserción de este texto en la homilía del Rector Mayor creó una fuerte atención entre los fieles presentes o conectados en línea. Usando las palabras y el corazón de Don Bosco, se selló la intuición del Aguinaldo 2024, a doscientos años del evento que involucró al pequeño Juanito y a través de él al amplio movimiento salesiano en la Iglesia, sobre el valor actual y propulsor de ese llamado. "Si están aquí hoy es porque han sido elegidos para una misión. Esta es su vocación: están llamados a continuar lo que yo comencé. A realizar todos los sueños de Dios que también son los míos. Y a realizarlos juntos, en familia", leyó el Cardenal Á.F. Artime.
La concelebración solemne adquirió así un carácter refundacional para la Familia Salesiana, no porque sea necesario calibrar una acción ya ampliamente generosa en el servicio a la juventud de todo el mundo, sino para que esta sea calentada por el calor, que no es solo sentimental sino también teológico, del "sueño". Por lo tanto, esta carta, "inesperada" como precisó el celebrante, ciertamente no milagrosa, pero sí expresión de un milagro de bien que se repite cada día en los ciento treinta y seis países tocados por el carisma salesiano, merece ser escuchada nuevamente (la homilía está desde el minuto 1:01:01 en el video en el enlace).
Jonás, como recordó la primera lectura, se asustó del llamado de Dios, demasiado comprometedor. Pero fue reconducido, por las vicisitudes vividas, a esa invitación y a aceptarla. "También nosotros hemos recibido el bautismo que es nuestro llamado personal", recordó el Rector Mayor, advirtiendo: "No tenemos derecho a desanimarnos, a vivir sin fuertes motivos de esperanza". Un pensamiento que, aplicado a la Familia Salesiana, se expresa con un "no tenemos derecho a no ser proféticos, a no ser valientes, a no significar algo bueno para el mundo y para la Iglesia".
Aquí está la actualidad y la fuerza del sueño de Don Bosco. La "carta" afirma: "Les pido que partan. Una vez más, partan. Sin descanso, incesantemente partan. Como Abraham, como José y María, como Levi, Simón, Andrés y todos los demás". El X Sucesor de Don Bosco leyó algunas frases más de la carta: "Que este sea su rumbo: ir al Paraíso y llevar consigo a tantos niños, niñas y jóvenes como sea posible".
El efecto compartido fue que las palabras parecían salir directamente de la boca de Don Bosco: consecuencia de la fidelidad a los orígenes del carisma y de la fuerte comunión de intenciones de la Familia Salesiana que se reunió en estos días con plena disposición a dejarse fascinar una vez más por la dimensión del sueño. Que es pariente cercano de la poesía.
Como luego explicó en la asamblea el Padre Joan Lluís Playà, Delegado Central del Secretariado para la Familia Salesiana, el texto tuvo una intensa preparación el día sábado. Los grupos lingüísticos produjeron un resumen de los días, que se resumió en doce páginas, a su vez reconsideradas y reescritas por la Secretaría en un proceso fiel, con el objetivo de extraer los pensamientos más esenciales para la mente. Luego, la mano del Padre Bruno Ferrero, pedagogo y escritor sensible, le dio un vestido lírico para tocar el corazón.
La inédita "carta de Don Bosco 2024", traducida a los idiomas de los presentes, se leyó íntegramente en la asamblea al cierre de los trabajos: otro recordatorio de las raíces de la espiritualidad salesiana, cordial pero exigente:
"Dondequiera que estén, ¡construyan! De pie, siempre. Si están en el suelo, ¡levántense! ¡El mundo los necesita! Amen a las personas. Ámenlas una por una. Respeten el camino de todos, lineal o tormentoso, porque cada persona es sagrada. Lloren con quienes lloran, pero trabajen para que no haya más lágrimas en este mundo. Que su forma de amar sea un poder de transformación que lleve a la felicidad. Tengan un amor claro, siembren alegría y dondequiera que vayan, sean una bendición. No malgasten su vida. Contagien al mundo con su alegría".
Hubo tiempo para ver el video de presentación de uno de los últimos grupos asociados a la Familia Salesiana, el de las Hermanas de la Visitación de Don Bosco, congregación religiosa femenina dedicada a los necesitados de cuidados materiales y espirituales, fundada por el salesiano indio, arzobispo de Shillong-Guwahati, Mons. Hubert D'Rosario: un ejemplo elocuente de cómo encarnar en las periferias del mundo el dinamismo apostólico de Don Bosco, tanto que en veinticinco años ha desarrollado una presencia misionera en el extranjero, en Sudán del Sur.
Al concluir el evento, el Rector Mayor comentó estos días sacando un balance positivo: "Hemos mostrado la madurez de la Familia Salesiana". Fue el último saludo a las Jornadas en calidad de Rector Mayor. Ahora, este Hijo de Don Bosco se prepara para un servicio más cercano al Papa: otro "sueño".
La inédita "Carta de Don Bosco 2024" está disponible al final de la página en varios idiomas.