Andre Joseph padre de cuatro niños, expresó que, “si bien sobrevivieron al huracán, no sabe si podrán sobrevivir al hambre”. “No tenemos agua y el único centro de salud de la zona no tiene capacidad ni suficientes médicos para la población”, se quejó.
Por otra parte, el P. Jean Paul Mesidor, superior de los Salesianos en Haití ha manifestado: “Todavía no podemos cuantificar nuestras pérdidas pero queremos agradecer a todo el mundo salesiano los mensajes de apoyo y las donaciones que están realizando para Haití”, pero son conscientes de que lo primero es estar al lado de la población y responder con ayuda de emergencia a sus necesidades de alimentación y salud para sobrevivir al hambre y a los casos de cólera.
La obra salesiana de Los Cayos ha sido la más afectada, aunque otras obras como las de Puerto Príncipe también han sufrido daños menores por las intensas lluvias.
La ONU estima que alrededor de dos millones de personas están afectadas y que 1,5 millones necesitan ayuda urgente para poder sobrevivir a los efectos del huracán.
Así como las Obras salesianas en Haití tienen presencia en las escuelas, se constata que más de 100.000 niños perderán clases porque al menos 300 escuelas sufrieron daños y muchas otras se han convertido en albergues temporales, según Unicef.
Los fondos recaudados están siendo organizadas y coordinadas por la “Fundación Rinaldi” con procuras misioneras salesianas del mundo, ONG’s. Todas las instituciones vinculadas a la obra de Don Bosco están sirviendo para adquirir bienes de primera necesidad: agua, arroz, harina, aceite, y que están siendo repartidos entre la población.