Torre Annunziata es un área muy difícil, que dividió entre el norte, habitado por la clase media; y el sur, el más popular, con los distritos reales - el cuadrilátero de la prisión del distrito - compuesto por edificios enteros de "propiedad" de algún clan. Una parte de la economía de Torre Annunziata se basa en actividades ilegales y el sur se presenta como el más aislado, con muy poco atractivo para los jóvenes. Es allí donde surge el Oratorio Salesiano.
Esta realidad era a menudo el lugar de innumerables actos criminales vinculados a los clanes de la Camorra, que han impedido el desarrollo económico y social de la ciudad. El oratorio salesiano se compromete a que los jóvenes puedan vivir en un ambiente sereno y desarrollar su potencial, tratando de incidir sobre las realidades problemáticas y poder prevenir la delincuencia juvenil y actuar sobre las familias en su conjunto, en sinergia con otros organismos educativos.
Los niños y las familias vienen siendo apoyados por voluntarios y operadores cualificados, que tienen tareas específicas y objetivos educativos que deben alcanzarse. La intervención salesiana busca ser una respuesta flexible e innovadora a los problemas sociales, ya que los recursos Adoptados, los métodos y herramientas - a través del apoyo para el niño y su entorno de vida - como para prevenir y reparar las dinámicas relacionales alteradas.
La acción pastoral salesiana es importante para ofrecer programas de formación dentro una estructura funcional, que responda a las expectativas de los niños y de los jóvenes. En la actualidad se puso de manifiesto cada vez, la necesidad de un campo de fútbol con césped sintético que permita mejorar las actividades educativas, recreativas y deportivas.
Hoy todo se ha hecho realidad con la ayuda de la Diócesis de Nola, de los Salesianos de Zúrich, de empresarios locales y de la generosidad de tantas personas que continúan apoyando el trabajo de los Salesianos en Torre Annunziata.