También estuvieron presentes el Vicario de MOR, P. Emanuele Vezzoli, el Ecónomo P. Pietro Bianchi, los Directores y una representación de los Salesianos de las casas SDB de Jerusalén, Belén, Cremisán y Bethgamāl, las Hijas de María Auxiliadora, Cooperadores Salesianos, Antiguos Alumnos y amigos. La gran basílica estaba llena de fieles laicos, religiosos y muchas familias con niños.
La vigilia de oración del sábado por la noche, animada por un grupo de jóvenes en un ambiente de recogimiento, música y cantos artísticos, se desarrolló como una secuencia de breves meditaciones y "resonancias personales" sobre las virtudes típicas de Jesús durante sus años en Nazaret (oración, trabajo, humildad, obediencia, pureza).
El Rector Mayor, debido a un retraso en el viaje, sólo pudo dirigir un rápido saludo a todos los presentes después de la vigilia, y durante la cena compartió con los Salesianos con gran familiaridad.
Al dar los "buenos días" el domingo por la mañana, tocó estos puntos: la alegría de estar allí, el agradecimiento al Señor y a aquellos -consagrados y laicos- que han sido sus ministros-instrumentos en estos 127 años de presencia salesiana en Nazaret; el estímulo a mirar más allá de la contingencia actual, marcada por la reducción del personal -que, sin embargo, invita a la humildad-; la importancia del significado de la presencia.
A este respecto, confió el siguiente detalle: "Cuando era estudiante de teología en Santiago de Compostela, vino a visitarnos el entonces Rector Mayor, P. Egidio Viganò, y dijo que la Congregación haría siempre todo lo posible para mantener su presencia en tres lugares de valor absoluto: Jerusalén, Roma y Santiago. Hoy he querido estar aquí entre vosotros para reiterar esa misma decisión; añadiría que para nosotros Viedma, en Argentina, donde se encuentran las tumbas del cardenal Giovanni Cagliero y de San Artemide Zatti, tiene también un valor similar".
La solemne concelebración matinal en la basílica estuvo bañada por un sol radiante, que dio realce a la estatua blanca de Jesús Adolescente y vivacidad a las vidrieras policromadas. Cantos y oraciones se elevaban desde los pilares blancos del edificio y descendían desde las bóvedas de arco apuntado. El Director, P. Munir Al-Ra'y, dirigió unas cordiales palabras de bienvenida al Rector Mayor, al Obispo latino de Galilea, Mons. Rafiq Nahra, al Obispo greco-melquita, Mons. Yusef Matta, y a todos los presentes, y nos invitó a recordar a los grandes fundadores y benefactores de la basílica, en particular al Sr. y la Sra. Foäche y al Abbé Caron.
En su homilía, el Rector Mayor, en un tono de gran espontaneidad, alegría y sencillez que impactó a todos, expresó la importancia de estar juntos como una gran familia cristiana en torno a Jesús Adolescente.
En la primera lectura (1 Reyes 7-12), el joven rey Salomón pide a Dios prudencia y sabiduría para llevar a cabo su tarea, al servicio de Dios y de su pueblo. Esto es lo que todo cristiano, todo joven, debe pedir en la oración", observó. Hoy, por desgracia, muchos dirigentes sólo buscan el poder, y carecen de verdadera sabiduría. El pasaje evangélico de Jesús de doce años entre los doctores en el templo (Lc 2, 41-52), nos invita entonces a estar siempre preparados para las sorpresas de Dios y, sobre todo, a tomar la respuesta de Jesús como dirigida a cada uno: "¿No sabíais que debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?", es decir, "que debo hacer su voluntad". Cada persona, nos recordaba el P. Á.F. Artime, debe preguntarse en toda circunstancia cuál es el plan de Dios sobre ella. "Si mantenemos esta actitud, estamos seguros de que dentro de 100 años la familia cristiana, junto con los Salesianos y la Familia Salesiana, estará aquí celebrando su segundo centenario".
Por su parte, Mons. Rafiq Nahra agradeció la acción educativa y pastoral salesiana en las 5 presencias de los Salesianos y las 3 de las Hijas de María Auxiliadora en Tierra Santa, que tuvo ocasión de apreciar personalmente, y espera que continúen, con la eficacia del sistema pedagógico y espiritual de Don Bosco, al servicio de la juventud de Israel y Palestina, tan necesitada. También felicitó al Rector Mayor por su nombramiento como Cardenal, anunciado el mismo día que el nombramiento similar del Patriarca de Gesuralemme, Mons. Pierbattista Pizzaballa.
Al término de la celebración, el Inspector de MOR dirigió unas palabras de agradecimiento y buenos deseos, finalizando con una referencia a la exhortación apostólica Christus Vivit, en la que el Papa Francisco señala el ejemplo de los santos imitadores de Jesús Adolescente, entre ellos Teresa de Lisieux y Domingo Savio.
Siguió una recepción festiva bajo el pórtico, abierto al maravilloso panorama de la ciudad de Nazaret, con fotos de recuerdo, el emotivo reencuentro de antiguos alumnos de los años 70 con los directores de entonces, el padre Vittorio Pozzo y el padre Gianmaria Gianazza En la sala del teatro, "Cançao Nova" proyectó un vídeo sobre la historia y la espiritualidad del centenario, siguiendo la pista del folleto editado por el padre Gianni Caputa.
