Un salesiano involucrado en el proyecto explicó: "El curso comienza con dos semanas de capacitación en habilidades para la vida, las llamadas habilidades blandas, seguidas de un curso de costura de tres meses que permitirá a los participantes coser la primera ropa por sí mismos o comenzar su propia pequeña empresa. El objetivo es ayudar a las mujeres jóvenes de Ciudad del Cabo y sus alrededores a adquirir las habilidades necesarias para encontrar un buen empleo".
El programa “Olas de Cambio” comenzó como un programa enfocado a la pesca marítima, que es una de las principales actividades económicas de la zona. El instituto salesiano, ubicado cerca del puerto de Ciudad del Cabo, ha hecho posible inmediatamente la formación de jóvenes en oficios marítimos, garantizándoles excelentes oportunidades de empleo y al mismo tiempo una mano de obra para la industria.
El curso requiere niveles educativos mínimos para ingresar, pero, por el contrario, ofrece buenas perspectivas, ya que el trabajo en la industria pesquera puede proporcionar un ingreso significativo y una carrera profesional estable. Actualmente, el programa está capacitando a jóvenes adultos entre los dieciocho y los treinta y cinco años, quienes primero deben asistir con éxito a un programa de habilidades para la vida de diez días. Luego deben completar cursos de seguridad y familiarización, obtener certificados médicos y cumplir con otros requisitos. Una vez que se han completado todos los procesos de formación y documentación, los jóvenes pueden ser contratados legalmente por una empresa pesquera.
A lo largo del tiempo, los salesianos han sabido establecer colaboraciones con proveedores de diversos institutos que ofrecen formación marinera y asistencia gratuita a sus alumnos, así como con algunas empresas importantes de la zona, que contratan a egresados del proyecto.
El Instituto Salesiano para Proyectos Juveniles en Ciudad del Cabo ha estado activo desde 1910 en la ayuda a niños y niñas de la calle, desempleados o marginados. Los salesianos brindan servicios de vivienda, educación y desarrollo laboral, en un esfuerzo por satisfacer sus necesidades básicas y romper el ciclo de la pobreza.
Actualmente, el instituto ofrece cinco programas principales que ayudan a los jóvenes de la región: un proyecto de acogida inicial, un hogar para jóvenes en situación de calle, un programa de educación para la vida y dos programas de desarrollo de habilidades e inserción laboral.
La pobreza está muy extendida en Sudáfrica: según UNICEF, más de la mitad de la población y más del 63% de los niños viven por debajo del umbral de la pobreza. Un porcentaje significativo de la población lucha por sobrevivir con menos de 1 dólar por día. El país también está plagado de una alta tasa de delincuencia y violencia contra las mujeres y las niñas y ha sido el más afectado por la crisis del VIH/SIDA en el mundo. Por eso, urge la educación para ayudar a prevenir la propagación del virus y acompañar a los jóvenes en el proceso de salir de la pobreza.