De estos jóvenes beneficiarios, cinco se están formando en el sector de la automoción, mientras que uno sigue el curso como montador mecánico.
El Instituto Técnico "Don Bosco" se fundó en 1971, para ofrecer a los jóvenes pobres y desfavorecidos la formación necesaria para encontrar y conservar un empleo. En la actualidad, el instituto acoge a casi ochocientos estudiantes, a los que ofrece una gama de cursos que incluye automoción, mecánica, electrónica, electricista e imprenta.
El instituto también ha desarrollado asociaciones a largo plazo con organizaciones que ayudan a garantizar que los estudiantes tengan acceso a formación en el puesto de trabajo y encuentren empleo una vez graduados. También se han desarrollado asociaciones con grandes empresas como "Ford" y "Porsche".
Los estudiantes matriculados en el programa "Porsche" completan un curso de formación básica de diez meses que incluye formación teórica y práctica en el Instituto Técnico "Don Bosco". Allí, Porsche ha creado y equipado un centro de formación especial. Durante el programa, los estudiantes reciben clases avanzadas de idiomas, en inglés y español, impartidas por la empresa Berlitz, así como formación en atención al cliente.
Dos veces al año, el instituto selecciona a los treinta y cinco mejores alumnos para que sigan un programa completo de formación de nueve meses con especialistas de Porsche. El plan de estudios del programa se desarrolla constantemente y se adapta a las últimas innovaciones y tecnologías.
"Estamos muy agradecidos a nuestros benefactores por su ayuda para garantizar que estos estudiantes puedan terminar su educación y pasar a la formación práctica", dijo el Padre Timothy Ploch, director en funciones de Salesian Missions. "El Instituto Técnico Don Bosco ofrece una educación sólida y ha desarrollado las asociaciones adecuadas para garantizar que los estudiantes tengan una transición fácil de la escuela al lugar de trabajo, preparándolos para el éxito a largo plazo", concluyó.
En Filipinas, los misioneros salesianos ofrecen diversos programas educativos y de desarrollo social para los jóvenes. El objetivo es proporcionar las oportunidades necesarias para obtener una educación y una formación profesional que les permita romper el ciclo de la pobreza y mantener un empleo a largo plazo.
Según UNICEF, más de una cuarta parte de la población de Filipinas vive en la pobreza, sobre todo en las zonas rurales, donde reside el 80% de la población (unos ochenta y ocho millones de personas). Los filipinos más pobres son los indígenas, los pequeños agricultores que cultivan las tierras recibidas en virtud de la reforma agraria, los aparceros y los pescadores. Además, los índices de pobreza son más elevados entre las mujeres que entre los hombres.
El analfabetismo y los altos niveles de desempleo contribuyen a la elevada tasa de pobreza. Con más de once millones de jóvenes sin escolarizar en el país y tasas de abandono que se duplican cuando los niños llegan a la escuela secundaria, el acceso a la educación se convierte en un paso fundamental para romper el ciclo de la pobreza.