Hola, mi nombre es Rolphe Paterne Mouanga, de nacionalidad Congoleña (Brazzaville). Soy nativo de Pointe Noire (Capital económica), y tengo treinta y un años. Vengo de una familia de cinco hijos de los cuales tres somos niños y dos son niñas, yo soy el segundo. Obtuve un bachillerato F3 (electricidad) y una patente como técnico superior.
Desde hace dos años trabajo en Bolivia como misionero de la 152° expedición. Soy tirocinante en la comunidad de “Don Bosco Central” en Santa Cruz.
Junto a otro joven misionero (David Eyenga), somos los primeros misioneros africanos en esta inspectoría y, esto, a veces despierta la curiosidad de algunos jóvenes porque al estar cerca de Colombia y Brasil, en realidad nos asocian a esos dos países. Pero, durante las presentaciones, se dan cuenta de que somos africanos y quieren saber inmediatamente cómo es África. Al ser los primeros misioneros africanos en Bolivia, en lo personal, mi mayor desafío es la integración total porque hasta ahora es gradual. Lo más pequeño, si podemos decir, es el conocimiento cultural, porque Bolivia tiene una diversidad cultural muy grande, cada departamento vive diferente al otro y tenemos la impresión, cada vez que visitamos departamento, de estar en diferentes países, pero estamos en el mismo país.
Mi mayor alegría es la apertura, la acogida y el esfuerzo de acompañamiento que poseen los hermanos en Bolivia. Me ayudan cada día en mi integración, hay que sumar también la colaboración y el compartir que tenemos con los laicos, me encanta. Trabajando en el sector de la pastoral dentro de mi comunidad estoy en contacto directo con los jóvenes y mis conversaciones con ellos me permiten conocerlos e integrarme de manera alegre. Siendo deportista, muchas veces los jóvenes se sorprenden de ver a un hermano que comparte con ellos las diferentes disciplinas, por eso me hace muy feliz que algunos también quieren practicar muchas disciplinas.