La iglesia había sufrido daños tras los terremotos que asolaron Croacia en marzo de 2020 y diciembre del mismo año, y su reconstrucción había comenzado en marzo de 2022, cuando se aprobaron las asignaciones del Fondo de Solidaridad de la Unión Europea. Los primeros fieles no pudieron entrar en la iglesia hasta el jueves y el viernes pasados (11 y 12 de mayo), durante la limpieza, y su entusiasmo por el interior del templo se hizo patente desde el primer momento. A medida que descubrían cada rincón de la iglesia, sonreían y lloraban de alegría, un claro signo de su entusiasmo por lo que se había hecho con esta renovación.

El lunes 15 de mayo, antes del comienzo de la misa, se leyó una breve historia de la parroquia y de la iglesia, en la que el Beato Alojzije Stepinac, entonces arzobispo de Zagreb, desempeñó un papel importante, especialmente al comienzo de la obra salesiana en Zagreb. Inmediatamente después, la procesión serpenteó por el patio hasta la iglesia, a las notas del Ecce sacerdos magnus, del salesiano Jerko Gržinčić -una composición que también se interpretó cuando el cardenal Stepinac puso la primera piedra de la parroquia, que luego confió a los salesianos del entonces suburbio de Zagreb.

Antes de la Eucaristía, se consagró el nuevo altar, donde ahora se conservarán las reliquias del Beato Stepinac, que antes estaban en el antiguo altar. En la misma ocasión, se consagraron también la sede, el púlpito y la pila bautismal.

Al final de la celebración, el Padre Tihomir Šutalo, Superior de la Inspectoría Salesiana "San Juan Bosco" de Croacia, dio las gracias a todos los que habían contribuido a la restauración de la iglesia, en particular al Ministerio de Cultura y Medios de Comunicación de la República de Croacia, a los contratistas y a los benefactores.

A continuación, se entregaron obsequios a Monseñor Šaško, al Padre Mario Bobić, párroco, que siguió día y noche el avance de las obras de restauración, y al Padre Ivan Šibalić, predecesor del Padre Bobić, que dirigió los preparativos de la renovación.

Las celebraciones continuaron, en el patio de la parroquia, incluso después de la misa, que duró unas tres horas. Los fieles se reunieron para celebrar esta fecha tan importante para la parroquia y para toda la Inspectoría de Croacia, que considera la iglesia de María Auxiliadora como su centro espiritual.

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