La iglesia parroquial se llenó de fieles para la ocasión, y contó con una nutrida representación de sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas y laicos timorenses, todos ellos muy contentos de poder participar en un acontecimiento sin precedentes para la nación asiática. También destacó la presencia de la Excma. Sra. Juvita Rodrigues Barreto De Ataíde Gonçalves, Embajadora de Timor Oriental ante la Santa Sede.
El cardenal Virgílio do Carmo da Silva, nombrado por el papa Francisco arzobispo de Dili el 30 de enero de 2016 y creado cardenal por el mismo papa Francisco el 27 de agosto de 2022, fue recibido por el párroco, el padre Daniele Dal Prà, a su llegada a la parroquia, besó el crucifijo, bendijo a los fieles con agua y permaneció unos momentos en oración silenciosa arrodillado ante el sagrario.
Tras el inicio de la misa, el párroco explicó a los fieles el vínculo de los cardenales con las iglesias de Roma: "Una antigua tradición, que se remonta a los primeros tiempos de la Iglesia, es que cada nuevo cardenal está asociado a una iglesia de Roma. El título asignado por el Papa al nombramiento del cardenal simboliza la unidad del Colegio Cardenalicio con el Obispo de Roma. Eminencia Reverendísima, su nombramiento hace muy feliz a esta comunidad parroquial: es un motivo de agradecimiento al Señor, que nos honra grandemente. Sabemos que los cristianos son una minoría en el continente asiático, pero la mayoría de la población de Timor Oriental es católica". Y concluyó: "Cardenal Virgil, esta parroquia es tu segunda casa, ¡bienvenido entre nosotros!". Y finalmente dio lectura a la bula papal por la que se nombra al cardenal titular de la iglesia de San Alberto Magno.
Por su parte, el cardenal salesiano, en el transcurso de su homilía, pronunció una serie de agradecimientos, evocando el significado de la palabra Eucaristía -de hecho, 'acción de gracias'-, comenzando por la gratitud a Dios por el don de la vida, para continuar con el Papa Francisco por la confianza depositada en él al haberlo creado cardenal, a la Familia Salesiana por el apoyo espiritual y fraterno, al párroco y a los feligreses por la acogida, a los obispos, sacerdotes y demás fieles presentes.
Tras la celebración eucarística, el Cardenal concedió una entrevista a "Vatican News", en la que dijo: "Vengo con un sentimiento de alegría para dar gracias a Dios por esta vocación. No hemos buscado esta vocación, el Señor, en su generosidad, en su misericordia, me ha dado esta responsabilidad en mis manos'. Luego añadió que a partir de ahora tendrá que "conocer mejor esta parroquia, vincular la parroquia con la diócesis allí en Timor Oriental. Timor está muy lejos de aquí, pero a través de este vínculo estaremos más cerca'.
El cardenal también dijo que se alegró mucho -y lo vio como una señal- cuando se enteró de que su iglesia estaba muy cerca de la Universidad Pontificia Salesiana (UPS), donde recibió su maestría en espiritualidad. Tanto la iglesia como la UPS se encuentran en la periferia, como Timor Oriental, en la geografía del mundo católico, también se encuentra en una zona periférica, por lo que el cardenal añadió: "Mi creación como cardenal fue un regalo del Papa a la juventud y al pueblo de Timor. E incluso hoy, aquí en las afueras de Roma, es un signo para los jóvenes de aquí".
