El día comenzó con la Misa, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario, que el Rector Mayor celebró con el Consejero para la Región Asia Este-Oceanía, Padre Joseph Nguyen Thinh Phuoc, el Inspector de Australia, Padre William Matthews, el Padre Frank Bertagnolli, que ahora se ha ganado el título de "traductor personal", el Padre Brendon Murphy, Director Interino, y los salesianos recién ordenados, Padre Jeff Miller y Padre Joseph Hướng.

A partir de la historia de los discípulos de Emaús, el décimo Sucesor de Don Bosco, relató su propio viaje personal, visitando Salesianos por todo el mundo. Recordó cómo solo uno de los dos apóstoles fue nombrado por el evangelista Lucas para que todos los creyentes puedan ponerse en la piel del apóstol, caminando junto a Jesús por el sendero de sus vidas.

Después de la misa, el Padre Ángel Fernández Artime y la delegación salesiana se trasladaron al otro lado de la calle, al Centro Juvenil Don Bosco, para celebrar los cien años de presencia salesiana en Australia y los treinta años de presencia en el suburbio de 'St Marys', con feligreses y visitantes habituales de la obra. Varios centenares de personas participaron en un ágape fraternal, mientras en la gran sala se oían las voces animadas de los jóvenes que jugaban al baloncesto o saltaban en las camas elásticas.

Tras unos breves discursos, la animación comenzó con una canción dirigida por el coro del grupo juvenil local, que recibió calurosos aplausos. A continuación, el Padre Jeff Miller explicó que el breakdance se introduciría en las próximas Olimpiadas y que actuaría el equipo que representaba a Australia. La actuación de los atletas llenó de alegría a la multitud congregada, emocionada por las proezas de fuerza física y agilidad.

Un músico de toda la vida, el Padre Á.F. Artime, actuó tocando la guitarra y, sacando a bailar a los jóvenes, los animó con dos canciones, arrancando sonrisas a todos los presentes. A continuación llegó el momento de cortar la torta, y naturalmente este gesto fue confiado a los invitados de honor, el Rector Mayor y un grupo de jóvenes.

Tras algunos actos musicales más, las celebraciones llegaron a su fin y, con ellas, la estancia del Rector Mayor en Sydney. Ahora viaja a Melbourne, ¡para seguir celebrando el centenario de la salesianidad australiana con más miembros de la gran familia de Don Bosco!

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